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Afirman que el “síndrome de lunes por la mañana” sí existe

El malestar y la angustia de los domingos a la noche y el primer día de la semana es común y general. Sin embargo, es importante no permitir que impacte en la salud mental.
martes, 15 de agosto de 2017 · 00:00

Todos los domingos pasa igual, la cercanía del regreso a la rutina y la certeza de que el descanso terminó provocan un malestar intenso.

Un nudo en el estómago, ansiedad, problemas para dormir o mal humor son la forma en la que el cuerpo manifiesta su descontento; y al abrir los ojos el lunes a la mañana el peso de toda la semana que falta se puede sentir como si fuera real.

Incluso un reciente estudio, publicado en el American Heart Journal, detectó que el lunes es el día en el que se producen más infartos de miocardio (IAM).

La investigación reveló que evidentemente hay momentos donde el riesgo cardíaco aumenta.

En Argentina en ocasiones específicas, como en Navidad o Año Nuevo, los picos de estrés también crecen, potenciando las insuficiencias cardíacas.

“El estrés emocional siempre está presente, como cuando juegan River y Boca, en el que también hay más infartos”, ejemplificó a Infobae Carlos Reguera, médico cardiólogo y jefe del Departamento de Medicina Preventiva y Cardiología de INEBA.

El citado profesional indicó que además existe una razón médica ya que “por la mañana aumenta el cortisol, la adrenalina y la noradrenalina (hormonas que favorecen los mecanismos de coagulación y agregación plaquetaria)”.

El estrés laboral es un problema recurrente al principio de la semana y puede impactar de manera muy negativa en la salud mental.

Para la presidente de la Cámara Sindical de Sofrología y directora del Instituto de Formación en Sofrología en París, Catherine Aliotta, este es el “síndrome” de los lunes a la mañana.

Si bien Aliotta explica que no hay razones para que el lunes no sean un gran día también, este tipo de angustia afecta a la gran mayoría de trabajadores del mundo.

El 61 % dicen que, en efecto, se sienten estresados el domingo por la noche, según un sondeo realizado por la web de empleo Monster; un estrés que, en teoría, también afecta al descanso nocturno y suma el cansancio propio de haber pasado una mala noche.

Entonces, teniendo en cuenta que este malestar alcanza a practicamente todos por igual, lo importante es aprender a combatirlo.

El mal humor, la pérdida de energía, la sensación de irritabilidad o ansiedad son los síntomas que llevan a los empleados a ir al trabajo de mala gana; "y aunque esa aprensión tienda a desaparecer una vez instalados en el puesto de trabajo, resurge a la semana siguiente”, explicó la especialista.

“Evidentemente, alejarse del confort y los festejos del fin de semana para comenzar una semana nueva de trabajo no es asunto fácil. Cuando la ruptura entre estos dos ‘mundos’ se hace demasiado palpable, el peso de lo que viene es demasiado, al igual que la alegría de los viernes por la tarde”.

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