Un peluquero fueguino sobrevivió al gran terremoto de México y lo contó

Un joven estilista de Ushuaia, quien vive y trabaja en la ciudad de México, sobrevivió al gran terremoto de 7.1 grados en la escala Richter que -horas atrás- sacudió a la capital azteca y dejó cientos de muertos, miles de heridos y otros tantos desaparecidos.

Esta mañana, en diálogo con el programa "Entre Nosotros", por Radio Provincia, Leo Navarro contó en detalle el gran susto que le tocó vivir, y cómo participó durante horas, hasta bien entrada la madrugada, de las tareas de rescate de personas, ante el caos imperante y la falta de rescatistas del gobierno mexicano.

"Se sintió feo. En la zona donde estoy viviendo -a unos 25 minutos del D.F.- se movió todo, pero por suerte no se cayó ningún edificio. Trabajo en un shopping, se rompieron cristales y a mucha gente le cayeron los vidrios en la cabeza", relató el ushuaiense.

En ese sentido, Leo contó cómo de inmediato se puso a disposición de las improvisadas brigadas de rescate organizadas por grupos de ciudadanos de a pie, y afirmó que solamente había personal de bomberos, ya que la asistencia del gobierno local brilla por su ausencia.

"Acá fue leve en comparación con lo que pasó en el DF; ahí si estuvo muy jodido, se cayeron muchos edificios. Yo ayer -por hoy miércoles- terminé a las 6 de la mañana, molido, pero feliz. Rescatamos a cinco personas de un edificio, asi que fue una experiencia fea, pero también gratificante, porque pudimos ayudar", narró el fueguino, con voz quebrada, casi entre lágrimas.

Sin embargo, el joven peluquero no ocultó que la situación en la capital méxicana, tras la catástrofe sufrida, dista mucho de estar controlada, e indicó que todavía queda mucha gente bajo los escombros, algunas de ellas posiblemente aún con vida.

"Hoy por supuesto no se trabaja, pienso juntarme con más personas y volver adonde pasó todo, para seguir ayudando. Se cayeron un montón de edificios en el sur, donde están la mayoría de los argentinos. Es triste, triste, otra cosa no puedo decir...", se lamentó.

Por último, pese al agotamiento físico, el cansancio y el stress por lo vivido, Leo evaluó el desastre desde un punto de vista objetivo, y aseguró que, pese al también devastador terremoto que sufrió México en 1985, "no están preparados" para esta clase de desastres y comentó que "todo es muy precario y nadie del gobierno se hace cargo".

"Me preguntan los mexicanos y mis clientes por qué hago esto y yo les respondo que es porque, primero que todo, podíamos estar nosotros en ese lugar. Yo llegué a México sin nada, con una tijerita, y hoy tengo todo. ¿Cómo no voy a ayudar a México, si me ayudó a mí?", expresó el fueguino y aprovechó la ocasión para saludar a su mamá "Mimí", que trabaja en la Municipalidad de Ushuaia. 

"Le dije a mi vieja que se quede tranquila y no se preocupe. Es ella la que me enseñó a ayudar", remató.