RÍO GALLEGOS

Denuncian graves irregularidades en crematorio utilizado por fueguinos

Una denuncia destaparía la estafa de funerarias y el descontrol de la cremación en el cementerio de Río Gallegos, que recibe cuerpos de toda la zona sur de Santa Cruz e incluso de Tierra del Fuego.
martes, 4 de julio de 2017 · 08:11

Un caso denunciado el mes pasado pondría en evidencia la maniobra de una reconocida funeraria con personal del crematorio de Río Gallegos. Venderían el cajón a más de 40 mil pesos, pero los muertos irían sobre una chapa al cementerio.

 

Lorena Pericich, accedió a hablar con TiempoSur luego de la publicación que este diario hizo el fin de semana, respecto de las irregularidades en la necrópolis de la capital santacruceña.

 

El padre de Lorena, Carlos Pericich, murió el 25 de mayo pasado, luego de una intensa lucha contra el cáncer de páncreas y su familia contrató a la funeraria de la localidad pero sólo para adquirir el cajón.

 

"En pleno velorio, un representante de la cochería llama a uno de mis hermanos a un lugar apartado en la iglesia y le dice que el cajón valía $42 mil y que como lo conocía le daba facilidad de pagarlo en dos cuotas”, relató la hija.

 

Como Carlos fue policía, pero además había presentado un certificado de obesidad, el ISPRO cubría de forma total el ataúd.

 

Sin embargo, en la cochería decían no tener convenio con la institución, luego que sí y más tarde, que como entonces el cajón tuvo que ser de los grandes, debían pagar una diferencia de $15 mil.

 

"El cajón que compramos era el único que tenían. Sacan un papel y me piden que les firme el servicio que me habían prestado, donde constaba cafetería por $3.500 y el uso de sala velatoria”, observó luego Lorena, sobre los primeros indicios de que algo no estaba bien, pero sin imaginar que sería muchísimo peor la experiencia con la funeraria.

 

Como en la zona sur de Santa Cruz, sólo Río Gallegos tiene un crematorio, Lorena -que llevaba adelante los trámites para cumplir con el destino final de su papá- solicitó a la funeraria que reservara un turno para la cremación.

 

"Me decían que hasta octubre no iba a haber lugar, pero después me llamaron y me dijeron que como se había cancelado un turno, el 7 de junio podían hacerlo a las 9 de la mañana”.

 

Luego de informarle que la cremación tenía un costo de $3.500 y el traslado hasta esta capital, otros $11 mil, Lorena es informada de que el primero de junio su padre sería trasladado a Río Gallegos para evitar que el temporal les hiciera perder el turno.

 

 

Se suponía, según lo firmado, que entre el 1 y el 7 de junio el cuerpo de Carlos iba a estar en la sucursal riogalleguense que tiene esa funeraria, en una sala con temperaturas acordes. Sin embargo, cuando en el día de la cremación, la familia se hizo presente, descubrieron que el cuerpo había sido cremado y que les habían robado el cajón, denunció.

 

"Expresé mi malestar, le pregunté quién los había autorizado y ahí el encargado, sentado en un sillón me dice que lo habían hecho a las 5 de la madrugada para adelantar trabajo. Algo imposible porque las cenizas estaban frías”.

 

Al cabo de una hora y tras llamados insistentes de Lorena, se acercó el responsable de la sucursal riogalleguense de la funeraria, quien reconoce que no habían mandado a su padre en el cajón que le habían cobrado $42 mil, "porque en el cementerio se los roban para venderlos”.

 

"Ahí empezaron a discutir con la gente del cementerio y saltó que la funeraria llevaba los cajones sin sellar, pegados con cinta scotch, que iban sin ninguna documentación que acredite que la metálica en la que estaban correspondía al cuerpo de adentro”, dijo Lorena a TiempoSur, dolida por no saber si los restos que le dieron fueron o no de su padre, ya que "no hubo ningún testigo de la cremación”.

 

Fuente: Tiempo Sur

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