ADMINISTRACIÓN NACIONAL DE LABORATORIOS E INSTITUTOS DE SALUD

Confirman que en brote de hantavirus en Epuyén hubo transmisión de persona a persona

Los estudios basados en la secuenciación completa de genoma viral demostraron un porcentaje de identidad genética de 99.9% en todos los casos analizados del brote lo que da cuenta del mecanismo de transmisión interhumano
jueves, 21 de febrero de 2019 · 09:34

La Secretaría de Gobierno de Salud de la Nación, a través de los análisis de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) “Dr. Carlos Malbrán”, confirmó la transmisión  persona a persona en el brote de hantavirus con foco en Epuyén, que comenzó el 2 de noviembre de 2018 y que afectó también a las localidades chubutenses de Trevelin y El Maitén, y  El Bolsón en Río Negro.

“Es importante reconocer el trabajo de los profesionales del ANLIS y remarcar la capacidad instalada de nuestro país para poder dar una respuesta concluyente que confirma a nivel genético la transmisión interhumana en el brote de Epuyén”, destacó el secretario de Gobierno de Salud, Adolfo Rubinstein.

El funcionario agregó que “como pensamos desde un primer momento, las características de este brote eran distintas y las medidas que se tomaron para contenerlo fueron excepcionales. Hoy los estudios de ANLIS confirman que nuestra hipótesis fue correcta y el aislamiento selectivo fue una herramienta acertada”.

Según indicó, el análisis comparativo arrojó como primer resultado, que el genotipo viral causante del brote efectivamente fue Andes Sur, el cual ya había sido identificado por las técnicas clásicas de caracterización de genotipo.

“Además, se halló un porcentaje de identidad genética de 99,9 por ciento entre todas las secuencias de los casos de este brote analizadas”, agregó, y anotó que “este hallazgo confirma unívocamente el mecanismo de transmisión persona a persona”.

La comparación con secuencias genómicas pertenecientes a casos no relacionados al brote y correspondientes a otras regiones endémicas del país, incluso de las del brote del año 1996 ocurrido en El Bolsón, permitió identificar cambios “exclusivos” en el genoma viral de la cepa involucrada en el brote de Epuyén, que podrían conferirle un mayor potencial de dispersión.

A diferencia de lo ocurrido en El Bolsón en 1996, el brote de Epuyén no se autolimitó, sino que requirió la imposición de medidas estrictas de aislamiento respiratorio selectivo para cortar la cadena de transmisión.

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