calidad de vida

Desarrollan cómo se repara y mantiene el ADN durante el sueño

Científicos descubrieron que las neuronas individuales requieren descansar para llevar a cabo tareas de "mantenimiento" de sus núcleos.
miércoles, 13 de marzo de 2019 · 16:45

Se considera que el sueño es una etapa muy activa para el cerebro en la que se eliminan las toxinas acumuladas durante el día y que, sin descanso, este órgano pierde capacidad para crear recuerdos, concentrarse o responder de forma rápida.

El sueño además afecta a casi cada tejido del cuerpo, desde el cerebro al corazón, afecta al sistema inmune y al metabolismo, pero a pesar de todo ello, la función biológica del sueño es un gran misterio.

Un estudio recién publicado en la revista Nature Communications, y elaborado por investigadores de la Universidad de Bar-Ilan en Israel, reveló la existencia de una nueva función del sueño que afecta al funcionamiento de las neuronas. A través de técnicas tridimensionales de toma de imágenes, en cerebros de peces cebra, los científicos observaron los efectos del sueño sobre los cromosomas.

Así, descubrieron, por primera vez, que las neuronas individuales necesitan dormir para llevar a cabo las tareas de mantenimiento de sus núcleos (la parte de las células donde se encuentra el ADN). Según sugirieron, estas observaciones podrían explicar por qué la falta de sueño puede provocar efectos en el rendimiento del cerebro, en el envejecimiento y en varios desórdenes cerebrales.

En concreto, las observaciones mostraron que, durante la vigilia, el material genético acumula daños en el ADN, a causa de fenómenos habituales como la radiación, el propio trabajo de las neuronas o el estrés oxidativo (un fenómeno que ocurre por la acumulación de radicales libres procedentes de la respiración, ciertas reacciones químicas o el funcionamiento de los vasos sanguíneos). Pero que, durante el sueño, los procesos de mantenimiento y reparación del ADN se activan y son más eficientes.

El descubrimiento se logró gracias al estudio del animal perfecto para la observación del sistema nervioso: el pez cebra. No solo tiene un cerebro comparable al humano en su estructura, sino que también es completamente transparente. Por ello, resulta muy útil para observar las células de forma individual.

Por medio de un microscopio de alta resolución pudieron observar el movimiento del ADN y de las proteínas de los núcleos, cuando los peces estaban despiertos y dormidos. Así pudieron constatar, para su sorpresa, que los cromosomas son más activos durante la noche, cuando el cuerpo descansa, lo que aumenta la eficiencia de la reparación del material genético.

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