avance de la ciencia

Israel avanza con ensayos clínicos del páncreas artificial

Se trata de un desarrollo prometedor para la ciencia y en especial para los pacientes con afecciones de este órgano.
domingo, 26 de enero de 2020 · 00:00

Los enfermos de los tipos de diabetes más graves podrán beneficiarse de este órgano artificial dentro de cinco años.

La start up Betalin Therapeutics acaba de anunciar que su revolucionario páncreas artificial comenzará a ser testado para que pueda salir al mundo a la mayor brevedad. El micro páncreas pretende lograr que los pacientes que deben monitorizarse constantemente los niveles de azúcar en la sangre y e inyectarse insulina puedan dejar de hacerlo.

Se calcula que unos 160 millones de personas en el planeta dependen de la insulina para sobrevivir. En la diabetes tipo 1 las células que producen esta hormona en el páncreas no funcionan bien y hasta ahora los tratamientos de implante de células beta de páncreas de donantes no han prosperado.

La recaída es alta porque las células beta trasplantadas no están diseñadas para sobrevivir autónomamente en el cuerpo. El director general de Betalin, Nicolai Kunicher, explicó a la prensa el motivo: “Las células deben estar rodeadas de un tejido-soporte. Ese tejido imita el entorno natural de las células dentro del cuerpo”.

El aporte de Betalin es ese tejido, el páncreas artificial es un dispositivo compuesto por tejido pulmonar porcino y células beta secretoras de insulina, o donadas o creadas en un laboratorio. El páncreas artificial reemplaza al natural que no funciona bien. Se implanta debajo de la piel (usualmente en la pierna) y él solo se adhiere al sistema vascular, en un proceso con anestesia local y que no dura más de una hora. 

Se calcula que el precio del implante sería de unos 50.000 dólares, aunque la empresa también asegura que puesto que las complicaciones de la diabetes y la insulina salen muy caras, los seguros médicos y gobiernos se sumarán a su pago.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que casi 500 millones de personas en todo el mundo sufren de diabetes tipo 1 o tipo 2, lo que resulta en el 8.8% de la población adulta. Teniendo en cuenta que la enfermedad también duplica el riesgo de muerte prematura, su solución es una cuestión acuciante.

La parte más difícil del proyecto es la adquisición de suficientes células beta para llenar el dispositivo, porque son necesarios muchos cientos de miles y porque hasta ahora solo se consiguen de cadáveres, sin embargo, se dio un gran impulso a la tecnología médica para la creación de células beta en laboratorios.

Comentarios