SOCIEDAD

Se cayó el corpiño

Cien años más tarde de la invención del corpiño, soutien, brassier o sujetador, se ha puesto de moda andar por la vida sin esta prenda íntima y femenina por excelencia que contiene el busto. “Bra-less” se llama la tendencia y ya la han implementado en público iconos del nuevo feminismo.
viernes, 1 de agosto de 2014 · 08:32

Cien años más tarde de la invención del corpiño, soutien, brassier o sujetador, se ha puesto de moda andar por la vida sin esta prenda íntima y femenina por excelencia que contiene el busto. "Bra-less” se llama la tendencia y ya la han implementado en público iconos del nuevo feminismo como Rihanna. También otras habituales de la vidriera del fashion como Kim Kardashian, Jennifer Lopez y Charlize Theron, entre otras estrellas.

 

Cien años más tarde de la invención del corpiño, soutien, brassier o sujetador, se ha puesto de moda andar por la vida sin esta prenda íntima y femenina por excelencia que contiene el busto. "Bra-less” se llama la tendencia y ya la han implementado en público iconos del nuevo feminismo como Rihanna. También otras habituales de la vidriera del fashion como Kim Kardashian, Jennifer Lopez y Charlize Theron, entre otras estrellas.

Rihanna, con su estilo, se ha convertido en embajadora.

 

 

¿Liberarse de esta prenda contenedora por excelencia sigue siendo, como en los locos años 60, un signo revolucionario? Está claro que no. Pero lo que sin dudas sigue siendo, es sinónimo de provocación. La pregunta es si ese sacudón que pretende generar en el otro es positivo, porque habla del fin de ciertas convenciones estéticas o no hace más que abonar la cosificación del cuerpo femenino… Incluso si no fueron más efectivos y revolucionarios los corpiños punk de los que se hizo eco Madonna en los años 80… ¿No era un mensaje power el que daba con esas puntas metálicas?

 

Lejos de todo este análisis, su musa inspiradora, Mary Phelps Jacob, dio con el corpiño de casualidad. Tenía que concurrir a una fiesta en Nueva York y al chequear su atuendo frente al espejo comprobó que su traje de cóctel dejaba entrever partes del corsé, lo que consideró para nada elegante. Entonces con dos pañuelos de seda y una cinta improvisó el primer corpiño del que se tiene noticias. Del éxito que generó esa noche su invento entre otras mujeres, Mary emprendió un negocio exitoso. Claro que la invención de esta prenda se le atribuye a más de una persona, como cuenta Francesc Puertas en "El sostén. Mitos y leyendas… y manual de uso" (Arcopress, 2012), pero fue ella la primera en registrar la idea.

 

Si el corpiño nació para satisfacer las necesidades de una dama neoyorkina, por qué, entonces, no seguir pensándolo hoy en función de la utilidad que cada una quiera darle. Habrá algunas que lo necesiten para aumentar su busto, otras para reducirlo, otras para resaltar su erotismo y también quienes sigan agitándolo como bandera de liberación femenina. Por suerte hay un corpiño para cada talle….

 

Artículo de Adriana Balaguer.

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