AVANCE DE LA CIENCIA

Nuevo sensor alerta a usuarios de alimentos que dan alergia

Se trata de un desarrollo que permite detectar los alergénicos más comunes en los alimentos. El mismo fue desarrollado en Israel.
domingo, 28 de julio de 2019 · 00:00

Al hijo del emprendedor Alon Yasovsky se le manifestó alergia a los huevos, sésamo y leche cuando tenía un año y, así, el comer se transformó en un desafío.

Yasovsky investigó y descubrió que alrededor de 250 millones de personas en todo el mundo -el 8% de los niños y el 4% de los adultos- sufren alergias a los alimentos. Solo en Estados Unidos, se calculó que la alergia a los alimentos que provoca un shock anafiláctico sucede en aquel país cada seis minutos. A veces, estos incidentes son fatales.

El conocimiento familiar se sumó a la experiencia del menor de los Yasovsky para crear SensoGenic, un sensor que permite a los alérgicos saber qué alimentos son compatibles antes de comerlos, en cualquier momento y lugar.

Se trata de un biosensor digital de alergénicos alimentarios capaz de detectar e identificar a los alergénicos más comunes (leche, huevos, maní, nueces, trigo, soja, pescado y mariscos) con apenas una sola muestra del alimento, que, para su análisis, debe ser colocada en una almohadilla desechable donde es examinada por la unidad biosensora.

El dispositivo de SensoGenic utiliza una nanotecnología patentada para detectar proteínas específicas que causan alergias a un nivel de 10 partes por millón (ppm), considerado el nivel de reacción adversa más bajo. Los usuarios reciben el resultado en su teléfono inteligente a través de una aplicación especial.

La aplicación también permitirá a los usuarios narrar sus experiencias en un restaurante o compartir los resultados con grupos y redes de personas alérgicas a los mismos productos.

SensoGenic recluta hoy a cientos de evaluadores beta en Israel, especialmente familias con niños pequeños.

Planificado para ser vendido en línea y luego en cadenas de restaurantes a través de socios de distribución global, la unidad de biosensores -que no requiere aprobación regulatoria- tendrá un precio de alrededor de 200 dólares. Por su parte, las almohadillas de prueba desechables costarán menos un dólar cada una.

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