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La NASA confirmó que Marte tuvo en algún momento un río y un lago

A medida que el rover Perseverance explore esa depresión sin agua y erosionada por el viento, los investigadores esperan descubrir más pistas sobre la evolución climática e hidrológica del planeta vecino.
viernes, 8 de octubre de 2021 · 05:57

Hace 3.700 millones de años, el cráter Jezero de Marte era un lago alimentado por un río que, después de un repentino cambio del clima, empezó a sufrir inundaciones que arrastraron rocas desde lejos río arriba hasta el lecho del lago, donde todavía permanecen.

El primer análisis actual de las fotos captadas por el rover de la NASA Perseverance lo confirmó: el cráter Jezero, que hoy es una depresión seca y erosionada por el viento, fue en su momento un lago.

El cráter acaba de ser analizado y las conclusiones se publicaron hace pocas horas en la revista Science.

El estudio fue encabezado por científicos de la NASA y del CNRS de Francia, y comentó con la participación del investigador del Instituto de Geociencias (IGEO) Jesús Martinez-Frias.

“Estos estudios geológicos de las rocas y afloramientos en Marte realizados por Perseverance confirman su importancia para determinar los ambientes marcianos antiguos (paleoambientes) y para establecer sus relaciones con el agua y condiciones de habitabilidad”, dijo Martínez-Frías.

Cuando el rover envió las fotos tomadas a la Tierra, el equipo científico del Perseverance de la NASA las procesó y pudo ver distintos lechos de sedimentos.

También midieron el grosor, la pendiente y la extensión lateral de cada capa, y encontraron que los sedimentos no habían sido depositados allí por el viento, sino por el flujo de agua en un lago, por inundaciones u otros eventos geológicos.

“Sin llegar a ningún sitio, el rover pudo resolver una de las grandes incógnitas, que era que este cráter fue una vez un lago. Hasta que realmente aterrizamos allí y confirmamos que era un lago, siempre fue una incógnita”, detallan desde la agencia.

El equipo llegó a la conclusión de que estas enormes piedras debían proceder del exterior del cráter o de varios kilómetros río arriba y que fueron arrastradas hasta el lecho del lago por una inundación repentina que fluyó hasta 9 metros por segundo y movió hasta 3.000 metros cúbicos de agua por segundo.

Con el tiempo, el cráter sufrió repentinas inundaciones que depositaron grandes rocas en el delta y, después, un cambio climático -que no se sabe por qué fue originado-, hizo que el lago se terminara secando. Durante los miles de millones de años subsiguientes, el viento erosionó el paisaje y creó el cráter que se ve hoy.

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