Según el informe de Unicef "Los niños de la recesión", 2,6 millones de niños y niñas de los 41 países más desarrollados del mundo pasaron a vivir bajo la línea de pobreza desde que comenzó la crisis económica en 2008. Islandia, Grecia, Letonia, Croacia, Irlanda, España, Italia, Francia son las naciones en las que más se incrementó el índice de pobreza infantil. En total, 76,5 millones de niños y niñas padecen esa condición en todo el mundo.
El infrome del organismo internacional titulado "Los niños de la recesión. El impacto de la crisis económica en el bienestar infantil en los países ricos" estudia cómo aumentó o descendió la pobreza infantil entre 2008 y 2012 y alerta que la "gran recesión ha impuesto a los niños el castigo de una crisis económica". El documento subraya que los menores de edad son "los que más sufren las consecuencias y los que las padecerán por más tiempo".
Unicef explica que además de los cambios en la alimentación, la reducción de actividades extracurriculares y las dificultades para adquirir material escolar, los niños sufren el estrés por la situación que atraviesan sus padres, lo cual los hace rendir menos en el estudio e incluso padecen humillaciones ante compañeros de clase.
El informe agrega que los niños son los más vulnerables porque "la pobreza es un ciclo que se retroalimenta" y cuanto más tiempo permanezca el niño atrapado en el ciclo, "menores posibilidades tendrá de escapar".
En el polo opuesto, Unicef señala que Chile, Polonia y Australia encabezan las lista de los 18 países que "redujeron sus cifras de pobreza infantil en aproximadamente un 30 por ciento", asegura Unicef.
Si bien el informe se refiere principalmente a las variaciones de la pobreza en términos relativos, también señala que Grecia fue el país con mayor tasa de pobreza infantil, con un 40,5 por ciento, seguido por Letonia (38,2 por ciento), España (36,3 por ciento), Israel (35,6 por ciento) y México (34,3 por ciento).
En tanto, los países con menor índice de pobreza infantil en el mundo desarrollado son Noruega (5,3 por ciento), Finlandia (8,8 por ciento) y Dinamarca (10,2 por ciento).
Por otro lado, el informe hace foco en la situación de los "ni-ni", jóvenes de entre 15 y 24 años que ni estudian ni trabajan, y alerta que "la crisis está a punto de atrapar a una generación de jóvenes formados y capaces en un limbo de expectativas insatisfechas y vulnerabilidad que durará años".
Unicef afirma que en 2013 había 7,5 millones de jóvenes europeos -casi el equivalente a la población de Suiza- en esa situación, un millón más que en 2012. En términos absolutos, los "ni-ni" crecieron más en Chipre, Croacia, Grecia, Italia y Rumania, con una variación relativa del 30 por ciento, y entre los países de la OCDE no pertenecientes a la Unión Europea, los mayores incrementos se dieron en Estados Unidos y Australia.