A 30 AÑOS DE LA EXPLOSIÓN DEL REACTOR 4

Ucrania recordó el desastre de Chernobyl

Ucrania con diferentes actos diplomáticos conmemoró el 30 aniversario del accidente nuclear de Chernobyl, los cuales dieron inicio con varias vigilias en la madrugada para rendir homenaje a las víctimas y "liquidadores", como se nombró a las personas que ayudaron en las operaciones de limpia tras el accidente nuclear.
jueves, 28 de abril de 2016 · 02:34

En la mañana del 26 de abril de 1986, se produjo un accidente en el cuarto reactor de la central de Chernóbil, situada a pocos kilómetros de Kiev, y convertida desde entonces en la peor, aunque no la única catástrofe de su tipo. Un fallo en un simulacro de seguridad se convirtió en la más grande catástrofe nuclear de la historia.

 

El accidente de Chernóbil1 fue un accidente nuclear sucedido en la central nuclear Vladímir Ilich Lenin (a 3 km de la ciudad de Prypiat, actual Ucrania) el sábado 26 de abril de 1986. Considerado, junto con el accidente nuclear de Fukushima I en Japón de 2011, como el más grave en la Escala Internacional de Accidentes Nucleares (accidente mayor, nivel 7), constituye uno de los mayores desastres medioambientales de la historia.

Aquel día, durante una prueba en la que se simulaba un corte de suministro eléctrico, un aumento súbito de potencia en el reactor 4 de esta central nuclear produjo el sobrecalentamiento del núcleo del reactor nuclear, lo que terminó provocando la explosión del hidrógeno acumulado en su interior. Básicamente se estaba experimentando con el reactor para comprobar si la energía de las turbinas podía generar suficiente electricidad para las bombas de refrigeración en caso de fallo (hasta que arrancaran los generadores diésel). La cantidad de dióxido de uranio, carburo de boro, óxido de europio, erbio, aleaciones de circonio y grafito expulsados, materiales radiactivos y/o tóxicos que se estimó fue unas 500 veces mayor que el liberado por la bomba atómica arrojada en Hiroshima en 1945, causó directamente la muerte de 31 personas y forzó al gobierno de la Unión Soviética a la evacuación repentina de 116.000 personas provocando una alarma internacional al detectarse radiactividad en al menos 13 países de Europa central y oriental.

 

Después del accidente, se inició un proceso masivo de descontaminación, contención y mitigación que desempeñaron aproximadamente 600.000 personas denominadas liquidadores en las zonas circundantes al lugar del accidente y se aisló un área de 30 km de radio alrededor de la central nuclear conocida como zona de alienación, que sigue aún vigente. Solo una pequeña parte de los liquidadores se vieron expuestos a altos índices de radiactividad. Los trabajos de contención sobre el reactor afectado evitaron una segunda explosión de consecuencias dramáticas que podría haber dejado inhabitable toda Europa.

 

Dos empleados de la planta murieron como consecuencia directa de la explosión y otros 29 en los tres meses siguientes. Unas 1.000 personas recibieron grandes dosis de radiación durante el primer día después del accidente, 200.000 personas recibieron alrededor de 100 mSv, 20.000 cerca de 250 mSv y algunos 500 mSv. En total, 600.000 personas recibieron dosis de radiación por los trabajos de descontaminación posteriores al accidente. 5.000.000 de personas vivieron en áreas contaminadas y 400.000 en áreas gravemente contaminadas, hasta hoy no existen trabajos concluyentes sobre la incidencia real, y no teórica, de este accidente en la mortalidad poblacional.

 

Tras prolongadas negociaciones con el gobierno ucraniano, la comunidad internacional financió los costes del cierre definitivo de la central, completado el 15 de diciembre de 2000. Inmediatamente después del accidente se construyó un «sarcófago», para aislar el interior del exterior, que se ha visto degradado en el tiempo por diversos fenómenos naturales, por lo que corre riesgo de desplomarse. En 2004 se dio inicio a la construcción de un nuevo sarcófago para el reactor. El resto de reactores de la central están inactivos.

 

Pripyat, ciudad fantasma

 

Pripyat es en sí misma una ciudad fantasma. Inaugurada en 1970 como un núcleo urbano soviético moderno para los trabajadores de la industria nuclear, se convirtió en el hogar de unas 50.000 personas.

La piscina Azure quedaba cerca de la escuela primaria número tres. Treinta y seis horas después de la catástrofe, los residentes fueron desalojados de la ciudad en una operación de largo alcance.

El techo del reactor número cuatro de Chernobyl saltó por los aires a la 01:24 el 26 de abril. Pripyat está a solo 4 kilómetros de distancia y se mantiene intacta, tal como estaba el 27 de abril de 1986.

El consultorio del doctor, con los tubos y los frascos de vidrio llenos de vacunas y medicinas, está desierto en el Centro Médico número 26. En el jardín de infancia "El pequeño osito" de Pripyat el abandono es evidente: los pupitres y las sillas están amontonados uno encima del otro y los juguetes están llenos de polvo.

Antes de la apresurada evacuación de la ciudad, a los residentes no se les informó sobre el accidente nuclear que había ocurrido a poca distancia. En total, 116.000 personas fueron sacadas del área que se declaró como una zona de exclusión.

Tirada en el piso de un apartamento en Pripyat se ve una pequeña imagen en blanco y negro de Vladimir Lenin. Otro signo de un mundo que desapareció hace décadas. Pripyat era una típica ciudad soviética, llena de bloques de concreto de apartamentos uniformes, con poca vegetación y vías mal construidas y llenas de baches.

Esta es la vista desde el piso 15 del edificio de apartamentos más alto de la ciudad. Sin la presencia de pobladores, el bosque cercano ha invadido las calles y los espacios entre los apartamentos de forma lenta y constante.

Los únicos residentes ahora son animales salvajes, cuya población ha aumentado vertiginosamente. Expertos hablan del retorno de especies que se creían extinguidas de la zona. No muy lejos de Chernobyl hay una pequeña ciudad de vacaciones, desierta, con decenas de casas de veraneo.

Dos personajes icónicos de los dibujos animados para niños de la era soviética Nu Pogodi! todavía están pintados en la pared de madera de una de las viviendas. Una instalación militar fue construida a varios kilómetros de la planta en gran parte para proteger chernobyl.

Sobre el campo militar se eleva una antena radar Duga-3. Fue apagada tres años después del desastre nuclear.

Recoger cualquier objeto dejado en la zona de exclusión está estrictamente prohibido, especialmente las máscaras usadas después del desastre por los trabajadores a quienes se les llamó "liquidadores".

Se estima que unas 600.000 personas participaron como "liquidadores" para ayudar a apagar el incendio y limpiar el área. Un reporte de la Organización Mundial de la Salud de 2005 calculó que 4000 personas morirían por la exposición a la radiación.

Los guías en la zona de exclusión prefieren no hablar sobre los efectos en la salud de los locales, pero el gobierno de Ucrania estima que sólo 5% de los "liquidadores" que todavía viven está en buenas condiciones de salud.

Hoy en día, a los trabajadores de la planta nuclear no se les permite poner nada en el piso. Todas las personas son chequeadas regularmente para medir la radiación en estaciones especiales de dosímetros.

El sarcófago de concreto y acero que todavía está sobre el reactor número cuatro está ahora en un estado precario y un equipo internacional busca reemplazarlo en 2017. Una vez el arco gigante de más de US$ 2.000 millones sea sustraído, empezará el trabajo de desmantelar y eliminar el desperdicio en su interior.

 

 

5 mitos alrededor de la catástrofe nuclear de Chernobyl que persisten en Ucrania

 

La conmoción y ansiedad provocadas por el accidente nuclear de Chernobyl en 1986 crearon una serie de mitos sobre la que fue la más grave falla nuclear de la historia.

En Ucrania, donde está ubicada la central, se habló de cosas como el surgimiento de un desierto nuclear habitado por aterradores animales mutantes o de cómo algunos humanos pudieron sobrevivir a la radiación gracias al consumo de alcohol.

También se dijo que en realidad la zona de exclusión fue creada para levantar un centro secreto de investigación de armas psicotrópicas.

Los estudios científicos realizados en las últimas tres décadas en los alrededores de la planta han ayudado tirar por tierra estas historias, pero aún hay mitos que persisten entre los ucranianos.

Natasha Matyukhina forma parte de BBC Monitoring, el departamento de la BBC que se dedica a hacer un seguimiento de la información que se publica en todo el mundo.

Matyukhina recopiló algunos de esos mitos en torno al accidente de Chernobyl.

Aquí presentamos 5 de los más conocidos.

 

Mito 1: monstruos mutantes

El mito dice que la radiación en las zonas de exclusión causó mutaciones en los animales, creando monstruos de una fuerza increíble, con extremidades de más o bien sin ellas.

La realidad: No hay evidencia científica de nada de esto.

Una inmensa cantidad de pájaros y animales murieron a causa de la radiación poco después de las explosiones de aquel 26 de abril, pero solo se han registrado unos pocos efectos duraderos de la radiación, que han hecho que aparezcan árboles atrofiados y animales con niveles altos de cesio-137.

 

Mito 2: la radiación no fue en absoluto peligrosa

Puesto que la zona de exclusión alberga una floreciente población de animales como lobos, venados, castores o jabalíes, algunos creen que la radiación causada por el accidente no era perjudicial para la salud.

La realidad: las investigaciones científicas muestra que -de hecho- la zona se ha convertido en un refugio de vida silvestre.

Pero la razón por la que los animales abundan allí es porque no hay humanos.

Los efectos de la ocupación humana, como la caza, la agricultura y la recolección, pueden a veces tener un peor impacto en la vida silvestre que la radiación.

 

Mito 3: alcohol contra la radiación

Se ha llegado a decir que los efectos tóxicos de la radiación pueden neutralizarse tomando vodka, vino o cantidades copiosas de cerveza.

La realidad: no hay evidencia científica de que el alcohol tenga un efecto protector contra la radiación.

No obstante, investigadores han descubierto que el resveratrol, un antioxidante natural presente en el vino rojo, podría proteger a las células de los daños causados por la radiación.

 

Mito 4: la zona de exclusión de 30 km alrededor del reactor llegará pronto a su final

Algunos creen que la zona de exclusión será remplazada por una reserva natural apta para el turismo ecológico.

La realidad: el año pasado el gobierno de Ucrania consideró "recortar" la zona de exclusión a 10 km y declarar el resto una reserva de la biósfera.

Pero por varias razones no se llegó a concretar este proyecto.

Una de ellas es que hay científicos que consideran que los sitios de depósito de desechos radiactivo dentro de la zona de 30 km son todavía muy peligrosos, lo que hace que el área sea insegura para que los humanos la habiten al menos durante 20.000 años.

 

Mito 5: la zona de exclusión se creó para instalar un centro de armas psicotrópicas

Se ha llegado a afirmar que el verdadero objetivo de la creación del área de exclusión era instalar un centro de investigación de armas psicotrópicas de alta seguridad.

La realidad: cerca de la planta nuclear había otra instalación de alta seguridad de componentes de sistema de alerta temprana de fabricación soviética.

Allí había un radar capaz de detectar un misil balístico lanzado desde una distancia de 2.500 kilómetros.

Tras el desastre del 26 de abril, el gobierno soviético ordenó la demolición del centro.

 

 

Fuentes: Wikipedia, Tribu Magazine, BBC Mundo y Diario La Nación de Buenos Aires.

 

 

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