Trump llevó a la Corte Suprema el caso de fraude electoral en Pensilvania

A pesar de que las elecciones en Estados Unidos sucedieron hace ya varias semanas, las disputas por fraude electoral en diferentes estados clave de todo el país continúan vigentes, con el actual presidente en salida, Donald Trump, buscando conseguir una victoria electoral por medio de los jueces en lugar de las urnas, mientras que el presidente electo Joe Biden va estableciendo su “equipo de transición”.

En este contexto, uno de los casos más importantes, y capaz de generar un revés en los resultados electorales, es el de Pensilvania, donde el equipo legal de Trump, encabezado por el ex gobernador de Nueva York Rudy Giuliani, logró que la causa se eleve a la corte suprema, lo que podría llevar a una invalidación de los resultados y una situación realmente complicada para la democracia norteamericana.

Sucede que la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, la cual tiene un funcionamiento muy similar a la de nuestro país, tiene a día de hoy mayoría de jueces afines al partido republicano, la cual se logró hace tan solo unos meses con la muerte de la jueza liberal Ruth Bader Ginsburg, y su reemplazo con la conservadora Amy Coney Barrett. En caso de que la demanda llegue a esa instancia, y que se presenten las pruebas necesarias, lo más seguro es que la corte fallará a favor del actual presidente.

La demanda en cuestión en Pensilvania tiene por objetivo invalidar cientos de miles de votos realizados por correo, argumentan que la posibilidad de permitir a los votantes corregir errores en sus papeletas en ciertos condados perjudicó al partido de Trump durante las últimas elecciones. Otro de los argumentos, que parece ser el más fuerte de todas las demandas, es que el sistema de conteo tuvo un “error” en el cual enviaba votos pertenecientes al presidente norteamericano para su rival.

Pero esta llegada a la máxima instancia judicial, la cual se logró luego de tres apelaciones por parte del equipo de Trump, no es del todo una noticia que le asegura la victoria, ya que varios jueces conservadores se mostraron con dudas acerca de los argumentos utilizados por el actual máximo mandatario. 

Esto se puede ver en los dichos del juez conservador Matthew Brann, quien alegó que la campaña de Trump había recurrido a “argumentos legales defectuosos y sin mérito, y a acusaciones especulativas” en su intento de desechar esos votos. “En Estados Unidos de América, esto no puede justificar la supresión del derecho al voto de un solo votante, y mucho menos de todos los votantes de su sexto estado más poblado”, escribió Brann.