Kanye West inauguró su campaña presidencial con un polémico acto privado

Tras confirmar hace ya un tiempo que se postularía a la presidencia de Estados Unidos para las elecciones de este año, el aclamado rapero y diseñador Kanye West realizó su primer acto de campaña de cara a las votaciones en noviembre, con un discurso calificado como “emocional”, “disruptivo” y en algunos casos hasta “carente de sentido” por tanto gente que asistió, algunos medios estadounidenses y las redes sociales.

West apareció en el evento, que se realizó en una sala para matrimonios en Charleston, estado de Carolina del Sur, vestido con un chaleco antibalas con la palabra “seguridad” escrita en el pecho y con un “2020” afeitado en la nuca de su cabeza. Sus palabras fueron descritas como “una hora y media de puro balbuceo sobre temas polémicos y luego una discusión política con algunos de las personas que atendieron al acto".

El evento, realizado de forma privada para personas con invitación, parece no haber favorecido la imagen de West, que muchas personas en redes sociales calificaron con “alguna enfermedad mental” debido a la forma de hablar y los tópicos que tocó. Entre algunas de las cosas más polémicas que dijo se encuentra el hecho de asegurar que “le pidió a su esposa que interrumpa su primer hija, North West, mientras que su padre quizo hacer los mismo cuando el aún se estaba gestando. 

Más adelante simplemente decidió comenzar a gritar entre lágrimas: “¡Casi maté a mi hija! ¡Casi maté a mi hija!”. Todo esto generó que la gente que atendió al evento saliera preocupada del mismo, explicando que se vio a una persona muy “débil de mente” y con algún tipo de problema serio. Hasta sus más aferrados seguidores parecen empezar a cuestionar si tiene sentido votar por el rapero en noviembre.