Ardió Buenos Aires por desalojo de "manteros"

Parecía un episodio digno de guerra. Decenas de contenedores de basura incendiados en el medio de las avenidas, asfalto alfombrado de cascotes, vidrios, botellas, palos, balas de goma, gases lacrimógenos, corridas. Ese fue el dantesco escenario que se vivió hoy en el barrio de Once -casi en el corazón de la Capital Federal- desde bien temprano en la mañana hasta entrada la tarde, a raíz de la medida ordenada por la Justicia para desalojar a cientos de puestos de venta callejera, que no contaban con la debida habilitación municipal.

Todo comenzó a las 2 de la madrugada de este martes, cuando efectivos de la Policía Metropolitana y Federal, junto con autoridades de la Auditoría General de la Nación (AGN), se hicieron presentes en la zona donde -hasta hace menos de 24 horas- funcionaban cientos de puestos de venta ilegal al aire libre, la mayoría regenteados por inmigrantes indocumentados, entre los que se encuentran peruanos, bolivianos y -cada vez más- africanos.

Allí, sin pagar ninguna clase de impuestos, de manera clandestina, se vendían desde productos electrónicos hasta joyería, ropa, juguetes, celulares y toda clase de baratijas, cuyo origen y procedencia -según las pesquisas de la AGN- no se pudo comprobar, ya que no existían comprobantes de compra de la mercadería ofrecida, lo que arrojó aún más luz sobre una gigantesca red organizada de contrabando que opera en distintos barrios porteños. 

Así, en consonancia con las innumerables quejas de vecinos y comerciantes efectivos del orden intentaron evitar que, como todos los días, los "manteros" -como vulgarmente se conoce a los vendedores callejeros- se emplazasen sobre las avenidas Pueyrredón, Corrientes, Rivadavia y calles aledañas, lo que provocó la ira descontrolada de cientos de los asiduos "trabajadores" de la zona. 

Más de 10 contenedores de basura fueron incendiados por un grupo de inadaptados y, a medida que la tensión iba creciendo, camiones hidrantes y personal de Infantería se apersonó en la zona del conflicto. Se generaron enfrentamientos cuerpo a cuerpo y se dispararon balas de goma y gases lacrimógenos para disipar a los violentos, ante una lluvia de objetos contundentes que volaban hacia los efectivos policiales. 

Luego de más de 7 horas de conflicto, que ocasionó el corte total de avenidas clave como Rivadavia y Pueyrredón, poco a poco los ánimos se fueron calmando. Una guardia de la Policía Metropolitana permanece presente frente a la estación de trenes de Once, para vigilar los movimientos de los manteros, quienes aseguran que no se retirarán hasta tanto los dejen trabajar. Se llevará a cabo hasta esta noche una mediación entre delegados y el Gobierno porteño.