Por unanimidad, la Corte Suprema de Tucumán absolvió hoy a Belén -su nombre real fue resguardado por la Justicia-, la jóven de 27 años que en 2014 fue condenada a ocho años de prisión por "homicidio agravado" tras haber sufrido un aborto espontáneo en el cual murió su bebé.
La joven fue detenida en 2014, y estuvo presa dos años en la cárcel de mujeres, ubicada en Banda del Río Salí, al este de la capital tucumana. La Corte tucumana ordenó a fines de 2016 que recuperara la libertad al entender que no había riesgo alguno de que entorpeciera el proceso judicial. Sin embargo, no había analizado la cuestión de fondo.
Finalmente, hoy tras hacerse cargo de la causa, el magistrado liberó de cargos a la jóven. "Era algo que veníamos esperando pero no sabíamos cuándo podía pasar. De repente, levantarte un lunes y darte cuenta de que la justicia la absolvió, no lo esperábamos ni nosotras”, dijo Gramaglio, en nombre de las activistas y abogadas tucumanas que acompañaron a la joven durante estos años.
Los integrantes del máximo tribunal de Tucumán consideraron que el fallo que condenó a Belén fue "arbitrario” en la valoración de la prueba –lo que incluye la falta de los cotejos genéticos–, que hubo violación del secreto profesional y de la confidencialidad que debe existir entre un médico y su paciente, que la defensora oficial que asistió a Belén en el primer juicio la dejó indefensa y los jueces se valieron de ello para apuntalar la condena. Además, el presidente del tribunal, Antonio Gandur advirtió que es preciso capacitar a los efectores de salud de la provincia para que conozcan el marco legal en el que trabajan, los derechos y deberes que tienen con sus
pacientes en general y con las mujeres en particular.
El caso
El hecho se había desatado el 21 de marzo de 2014 cuando la jóven llegó a la guardia del hospital Avellaneda de San Miguel de Tucumán con una hemorragia vaginal intensa. Allí la derivaron al Servicio de Ginecología porque tenía abundante sangrado, donde le informaron que estaba teniendo un aborto espontáneo de un feto de entre 20 y 22 semanas. La mujer dijo que desconocía estar embarazada.
En un baño del hospital encontraron un feto y enseguida los médicos, los policías y los funcionarios judiciales dijeron que era el hijo de Belén, sin tener ninguna certeza.