Tensión - Buque militar británico salió a interceptarlo

Buque argentino ingresó a zona de Malvinas y generó un incidente con Inglaterra

Se trata del navío oceanográfico "ARA Puerto Deseado", el cual había zarpado del puerto de Ushuaia días atrás. Según trascendió, las severas condiciones climáticas hicieron que el buque desviara su ruta, entrara en la zona de exclusión, y navegase a apenas 40 kilómetros de las islas.
jueves, 6 de septiembre de 2018 · 09:39

Un nuevo y resonante incidente en aguas del Atlántico Sur salió a la luz en las últimas horas, al conocerse que el buque militar de la Royal Navy "HMS Clyde" salió a interceptar al buque oceanográfico "A.R.A. Puerto Deseado", al detectar que éste se encontraba navegando por la zona de exclusión, en la región de las Islas Malvinas.

 

Según explicó el perito Naval Fernando Morales a distintos medios, el episodio se registró el pasado domingo 2 de septiembre, cuando el navío de investigación -construido para el CONICET- se habría encontrado en medio de un temporal, lo cual le habría hecho desviar forzosamente su rumbo.

 

En este sentido, lo más grave del caso y que desencadenó en la reacción británica, fue a raíz de que el Puerto Deseado habría tenido el AIS (identificador satelital a distancia) apagado, algo que luego fue desmentido por las Fuerzas Armadas, aunque esto bien podría haber ocurrido momentáneamente a causa del clima.

 

Morales precisó a Infobae que el "incidente" se produjo aquel día por la tarde a tan sólo 40 kilómetros de las Islas Malvinas, donde el HMS Clyde recibió la orden de salir de su apostadero para interceptar a la nave argentina, y se dirigió a toda velocidad al encuentro del Puerto Deseado.

 

La maniobra de interceptación finalizó tres horas después, a las 19:17, dado que el buque oceanográfico reconectó su equipo AIS y cambió de rumbo nuevamente hacia el puerto de Ushuaia, donde arribó en horas de la tarde del lunes 3 de septiembre.

 

Es menester remarcar que el Tratado de Madrid, firmado en 1990 entre Argentina y el Reino Unido, establece que ambos gobiernos deben informarse sobre movimientos de unidades militares, navales y aéreas en la región.

 

Además, en el Tratado se estipula la reducción de la zona de exclusión de 200 a tan sólo 25 millas náuticas alrededor de las islas, esto último, impuesto unilateralmente por Gran Bretaña, en lo que constituye una suerte de "mar territorial".

 

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