Mujer trans pasó 3 años presa por "narcomenudeo": era paracetamol picado

En la Argentina pasan cosas increíbles, eso ya todos lo saben. Pero a veces, ciertas situaciones cruzan el límite del absurdo, y muchas de estas se dan en el plano judicial, como es lo que ocurrió con el caso de Rubí Mirasso, una mujer trans que pasó tres años presa acusada por un delito que no cometió.

Según informa un artículo recientemente publicado por el sitio oficial del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), todo se inició en la madrugada del 14 de julio de 2018, cuando la Policía Bonaerense detuvo a Rubí en el centro de la ciudad de La Plata. La joven era trabajadora sexual en esa zona, y era sistemáticamente hostigada por los policías.

Cuentan desde el citado organismo que esa noche Rubí fue detenida por "movimientos compatibles con el narco menudeo": al ser requisada por los agentes, le encontraron "cocaína".

Se la llevaron a una comisaría platense, donde le efectuaron un test "de un modo irregular" a esta sustancia incautada, y la Justicia dictó prisión preventiva para Mirasso. Estuvo dos meses privada de su libertad en una sede policial, y luego un mes más en una alcaídía.

Días atrás, Rubí recuperó su libertad luego de tres años y cuatro meses encarcelada por un delito que no cometió (latfem.org)

Pero la única prueba por la que Rubí fue imputada y encarcelada, estaba vinculada con aquella sustancia incautada, y por la falta de recursos y alta demanda que tiene la Superintendencia de la Policía Científica de la Provincia de Buenos Aires, recién tenía fecha para ser peritada tres años después de la detención.

La joven insistió en todo momento en su inocencia, y se rehusó en función de esto a aceptar ir a un juicio abreviado. La pesadilla recién empezaba, ya que fue trasladada a la Unidad de Detención N°32 de Florencio Varela. Allí sufrió un ataque físico transfóbico por parte del personal penitenciario.

Más de una vez -cuenta la nota- Rubí fue revisada por otras personas privadas de la libertad, y un año más tarde, gracias al acompañamiento del activismo trans. Ella, al no contar con antecedentes penales, logró acceder a una detención domiciliaria en la casa de su madre, en un barrio humilde de la capital bonaerense.

Para colmo de males, la pandemia retrasó aún mucho más el juicio oral. El debate se pospuso para noviembre de 2021, pero la prueba no estaba peritada, y la fiscal no se presentó porque dio parte de enferma.

Cuando finalmente la pericia se realizó, el resultado indicó que la sustancia incautada "no estaba comprendida en la ley de tenencia y comercialización de Estupefacientes N° 23.737: en efecto, era paracetamol picado, tal como lo sostuvo Rubí desde el día 1 de su detención. Por su condición humilde y los serios problemas económicos que la acuciaban, ella decidió este artilugio para poder ganar más plata.

El jueves 16 de diciembre, el Tribunal en lo Criminal Oral N°3 de La Plata ordenó la libertad de Rubí Mirasso. Tres años y cuatro meses pasó detenida tras los barrotes, bajo condiciones infrahumanas, por un crimen que no cometió. Pero que nadie se le ocurrió investigar como corresponde.