Polémica y cruces
Acusaron al vocero presidencial Manuel Adorni de cobrar planes sociales y subsidios
El encargado de comunicación de Presidencia de la Nación fue tendencia durante el fin de semana tras recibir cuestionamientos de usuarios y medios nacionales por diversas situaciones que lo vinculaban con cobros, designaciones de familiares y el uso de fondos públicos.El vocero presidencial Manuel Adorni se encuentra en el “ojo de la polémica” a partir de que en las últimas horas comenzaron a circular en medios nacionales y redes algunas acusaciones en su contra, relacionadas con supuestos cobros y beneficios que habría recibido desde el Estado.
Bajo tendencias como “AdorniPlanero”, la primera controversia inició en X luego de que se filtrara una imagen verídica con el nombre de su esposa, Bettina Angeletti, en la cual se observa la fecha de cobro de Asignaciones Universales por Hijo correspondientes a sus dos hijos.
Si bien el vocero presidencial desmintió estas acusaciones, lo cierto es que son asignaciones familiares e irrenunciables percibidas desde Anses por los trabajadores en relación de dependencia que cobran hasta 1.900.000 de pesos. Hecho que fue ratificado por el periodista “anti fakenews” Mauro Brissio.
??ALERTA DE FAKE NEWS??
Es falso que el vocero presidencial, Manuel Adorni cobra la Asignación Universal por Hijo (AUH) tal como lo publicó el portal El Cohete a la Luna. pic.twitter.com/JWxFOBahbD — Mauro Brissio (@BrissioMauro) February 5, 2024
Por otro lado apuntan contra Adorni porque supuestamente tomó un crédito a tasa subsidiada del Estado a través del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para comprar un departamento, por obtener beneficios de un juicio laboral que le realizó a Renault y por designación como asesor en el ministerio de Defensa de su hermano que cobraría por encima de los $2 millones de pesos.
Hasta el momento no ha desmentido estas últimas acusaciones, aunque la polémica tiene como eje en que el vocero crítica de forma constante a los que perciben ayudas sociales del Estado sin la necesidad de recibirlas, a los que calificó como parte del “negocio de la pobreza”.