Camionero falleció tras esperar cuatro horas la atención de una ambulancia

Un camionero argentino falleció –el pasado martes por la mañana- en la frontera de San Sebastián, por una infección de piel; pero sus compañeros denunciaron que la ambulancia demoró varias horas para trasladarlo al Hospital Regional de Río Grande para que sea atendido.

Se trata de un trabajador de origen mendocino que prestaba servicios para la empresa Cantarini, identificado como Luis Vasallo (50), quien comenzó a sentirse mal en el camión que manejaba y llamó a una ambulancia y a un compañero chofer de su misma empresa, que emprendió viaje al lugar.

Al llegar allí, Gabriel Ribas, el chofer que fue en búsqueda de Vasallo, se encontró con que en el lugar efectivamente estaba la ambulancia pero, según declaró, el conductor se hallaba sentado en su interior "sin hacer nada" mientras que el camillero intentaba sacar sin resultado al chofer dolorido del camión.

"Mi compañero me quería decir algo pero no tenía aire, tenía dificultades para respirar y se ahogaba, pero sin embargo terminó bajando por sus propios medios y recién ahí lo llevaron a la salita de primeros auxilios que está en la frontera", explicó en declaraciones radiales Ribas.

Vasallo llegó 12.30 a la ciudad de Río Grande, cuatro horas después de solicitar la asistencia en la frontera, pero tras unos minutos de atención médica, murió.

Desde el Hospital Regional Río Grande informaron que el hombre llegó al nosocomio con una infección de piel y partes blandas, una enfermedad "frecuente” en los trabajadores del volante que pasan muchas horas expuestos al Sol.

Además, fuentes del Hospital señalaron que la demora de horas "no hacía diferencia” ya que el cuadro era muy avanzado y la muestra de laboratorio en horas mostró la causa de la infección, agregando que el paciente tenía predisposición a este cuadro por otras patologías.

Sin embargo, a raíz de los hechos, uno de los trabajadores de empresa Cantarini cuestionó que "él murió como un perro, fue abandono de persona”.

 "A nosotros nadie nos respalda, vino una persona del Sindicato de Camioneros se presentó, nos hizo una pregunta y se fue”, lamentó el conductor, quien anotó que "acá en la empresa tenemos un lugarcito para 500 personas en mal estado y encima nos ocurre esto, que le puede pasar a cualquiera. No queremos que este hecho quede en vano y se investigue lo que pasó".