Incertidumbre, angustia y misterio

Once días de la desaparición de Elsa Contrera: “Sabemos que se va a buscar un cuerpo”

La hija de la mujer de 69 años, Melisa Arismendi, brindó detalles escalofriantes en declaraciones televisivas acerca del rumbo que tomó la causa al ratificar que "Manuel Oyarzo le pudo haber hecho algo a mi mamá" y que es "la única persona responsable de esta pérdida".
jueves, 22 de febrero de 2024 · 10:21

Continúa la incesante búsqueda de María Elsa Contera Navarro, que mantiene en vilo a la ciudad de Río Grande tras su desaparición el 11 de febrero, y más precisamente a toda su familia que lamentablemente perdió las expectativas de encontrarla con vida y responsabilizan a su pareja Manuel Oyarzo.

 

Melisa Arismendi, hija de Contrera, brindó nuevos detalles en diálogo con la TVPF y lamentó: “Nosotros somos realistas como familia, sabemos que hoy se va a buscar un cuerpo. No se encuentra con vida. Era una persona insulinodependiente, y por lo tanto es bastante complicado el panorama”.

 

Arismendi sostuvo que Oyarzo “le pudo haber hecho algo a mi mamá” porque “había violencia, mutuamente se tiraban cosas, se decían cosas muy feas e hirientes, y mi mamá estaba devastada psicológicamente“.

 

“El se iba y volvía de dos a tres veces al día, hacía cosas que estaban mal y ella lo perdonaba. Era una relación realmente tóxica para ambas partes. Hasta hoy él no se volvió a presentar en mi domicilio, ni habló con la familia y tampoco ayudó en la búsqueda”, aseguró

 

Por lo tanto, ratificó que “la única persona que es responsable de esta pérdida es el”, debido a que “él la llevó, ya que mi mamá no era habitual de esas actividades como mariscar, incluso no le gustaban y por eso el único responsable de la desaparición de mi madre es el señor Manuel Oyarzo”.

 

Le pido a la justicia que nunca dejen de investigarlo y que se amplíen las zonas de búsqueda: como Laguna del Indio, todos esos lugares donde ellos solían frecuentar. No creo que haya llegado a Punta María, no lo sé. Es muy raro que se haya perdido justamente ella habiendo otras personas, ¿Qué pasó? No se la pudo haber tragado la tierra”, expresó.

 

 

No obstante, la hija de la mujer de 69 años expuso que en relación a la investigación judicial recién ayer se pidieron las cámaras de Tolhuin y apuntó que “eso se tendría que haber pedido inmediatamente, ha estado muy atrasada la Justicia para saber si pasaron por ahí porque pudo haber ido a cualquier lado”.

 

Arismendi destacó la relevancia de las cámaras en la investigación debido a que, en las grabaciones que se encontraron al comienzo de la denuncia, detectaron que ese domingo salieron juntos desde el domicilio de Contrera y pasaron por el puesto José Menéndez.

 

Por otro lado, confirmó que no están disponibles los resultados de la pericia del guante rosado, desmintió los rumores de que una persona de Punta María la habría visto a Contrera en ese lugar y aclaró que “no hay ningún testigo que pueda confirmar que la vieron en ese horario, y nadie puede constatar que estuvo en Punta María”.

 

“Por eso comenzó como una búsqueda de paradero, ya que Oyarzo fue el denunciante, y tras mis dichos sobre la relación pasó al Juzgado de Instrucción Número 2, a cargo del juez Raul Sahade y la doctora Núñez. Se abrió otra rama y empezaron a averiguar por otros lados, para que no sea solamente una búsqueda de paradero porque había violencia y una relación bastante conflictiva”, puntualizó.

 

En consonancia agregó: “Hablé con Sahade, y me dijo que la iban a estar buscando en toda la zona costera, todo lo que es Punta María, yendo para Tolhuin y Río Grande. Mi pedido es que amplíen la búsqueda a otro sector porque, para mi, mi mamá nunca estuvo en Punta María. Mi mamá no se adentraba al mar porque no sabía nadar, le tenía pánico al agua, es muy raro que se haya perdido a las 5 de la tarde cuando aún la marea estaba baja”.

 

Por último, dijo que ella junto a su familia se han trasladado casi todos los días, sin descanso hacia distintas zonas y ejemplificó que “Punta María la recorrimos entera, buscamos roca por roca, hablamos con los pescadores y el dueño, pero no hay nada”. 

 

Somos siete u ocho en lugares enormes, y necesitamos si o si ayuda de las fuerzas, de perros, de alguien que nos ayude porque sino es imposible la búsqueda. Estos días los viví con incertidumbre, angustia, cada día que pasa perdemos un poquito más la esperanza”, concluyó.

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