POR FALTA DE PRUEBAS
La Justicia cerró causa por torturas en la Comisaría Tercera de Chacra II
Se trata de un hecho que habría ocurrido en 2011, cuando el joven Franco Torres fue a reclamar a dicha comisaría por la detención de un amigo pero, como resultado, recibió una paliza y fue picaneado en la guardia de un hospital. Por este hecho sólo fueron condenados a prisión un sargento y un cabo.
La Justicia Provincial decidió –esta semana- cerrar definitivamente la causa por la que se investigaban las torturas practicadas por policías al joven Franco Torres en marzo de 2011 en la Comisaría Tercera de Chacra II, en Río Grande, y en el Hospital público de la ciudad.
Por este hecho solo fueron condenados a prisión el sargento César Gómez, como autor de haber infligido lesiones en el joven Torres cuando este fue trasladado a la guardia del Hospital, así como el Cabo Matías Maggieri, como autor de los numerosos golpes que el joven recibió en la comisaría.
Ambos miembros de la fuerza policial se encuentran actualmente en prisión y ya fueron exonerados de su puesto, pero la investigación judicial se cerró por falta de pruebas por las que se buscaba responsabilizar a otros efectivos que estuvieron en ese cuarto de guardia, los que en sus testimoniales increíblemente aseguraban no haber observado "nada anormal esa mañana".
Más allá de los dos policías detenidos, el Comisario Sergio Valenzuela, recibió 40 deméritos para sus calificaciones en su carrera policial, se aplicaron 45 días de suspensión sin goce de haberes el subcomisario Andrés Álvarez y 28 días al Principal Víctor Yáñez Levicoy -principales oficiales presentes en el lugar del hecho-, 25 días de suspensión al Principal Nicolás Casariego y al Ayudante Cristian Andrés Verón Escobar, y otros 50 deméritos a los sargentos Luis Alfredo Gómez, Patricio Eduardo Díaz Flores y Marcelo Maita.
Un repaso de los hechos
El joven Franco David Torres de 21 años -hijo del hoy subjefe de la Policía Provincial, comisario Carlos Torres- fue detenido el 27 de febrero de 2011 cuando se dirigió a la comisaría Tercera de Chacra II para reclamar por la detención de un amigo.
La versión de los efectivos dio cuenta de que el joven rompió un patrullero y agredió a un efectivo y que por eso fue detenido; pero Torres aseveró que la situación fue "armada” por los efectivos para justificar su detención.
Después de 15 horas de una extraña y prolongada detención contravencional, el joven denunció y se le constataron fuertes golpes en su cuerpo, entre las que se hallaron marcas de puntazos con una picana eléctrica.
