VÍCTOR CHOQUE – 20 AÑOS

De changarín a bandera

El próximo domingo se cumplen 20 años desde que el obrero de la construcción, Víctor Choque, fuera asesinado en el marco de la represión policial desatada en Ushuaia en la Semana Santa de 1995. Estaba mirando la manifestación que repudiaba el violento desalojo de la fábrica Continental Fueguina, ocurrido el día anterior. La historia de un trabajador que se convirtió en bandera.
viernes, 10 de abril de 2015 · 07:57
(Por José Piñeiro) - Pasaron 20 años desde aquellos días, hoy parece que fue hace muy poco, pero a veces también se olvida. Quizás lo que mantiene vivo el recuerdo es esa bronca, bronca de clase, odio de clase –según me dijo un compañero- ese que te marca la diferencia entre los unos y los otros, esa barrera que si se cruza no se vuelve.

La bronca nació cuando llegó la noticia, habían reprimido en Continental, mientras las compañeras y los compañeros se retiraban pacíficamente. Las primeras imágenes multiplicarían la indignación y la respuesta fue contundente: Todos a Ushuaia. Aunque también muchos marcharon por las calles de Río Grande. Eso fue el 12 de abril, al otro día de la represión, el día que mataron a Víctor. 

Mataron es plural, no se puede decir "mató”, porque la bala tuvo muchos responsables. Aunque solamente Félix Polo fuera condenado, ese policía maratonista que cumplió 9 años de prisión, varios de ellos desempeñándose como instructor en la Escuela de Policía. Sin embargo, mirando más arriba, los gobernantes fueron reelectos, después algunos fueron premiados con cargos que ocupan hasta hoy, y todos siguieron con sus vidas, menos Víctor. 

Después nuevas imágenes, José Estabillo y "Lito” Castro recorriendo las calles de Ushuaia sonrientes, mientras los palos, los gases y las balas se adueñaban de la noche del 11. Más sobre Continental Fueguina, las obreras y los obreros saliendo; desocupando la ocupación, y la policía apaleando.

También ganaría fama el juez de la cara manchada, ese que a 20 años reivindica lo hecho, asegurando que no mandó a reprimir. Imágenes que siempre vuelven, que no se olvidan, aunque a veces se borronean un poco.

Tampoco se podrá olvidar como lo subieron a la camioneta, con el balazo exhibido, con la sangre cayendo, con la desesperación de los compañeros. Así lo subieron, a Víctor fratacho, Víctor mezcla, Víctor bloque, Víctor hierro. Así pasó de changarín a bandera.

Dicen que había llegado a Ushuaia 8 años antes de morir, que se había casado, construía su casa y muy cerca de ella lo mataron, sobre la calle Magallanes. "Me dijo que si había paro él se volvía a la casa”, recuerda su mujer, Venancia Galian, confirmando la decisión de Víctor obrero. 

Pero además dice que su esposo era "una gran persona, oro en polvo, un hombre muy luchador, muy trabajador. A las seis de la mañana ya estaba trabajando, siento que se fue la mitad de mi cuerpo”, relató para el documental "De Sangre y Fuego”. Porque su compañera lo pinta como era, y como era queremos recordarlo.

Pasaron 20 años y nosotros seguimos recordando a Víctor, aún sin haberlo conocido. Porque no hace falta conocerse íntimamente, basta saber de qué lado estaba. Por eso lo lloramos, y por eso se hizo bandera, porque es un poco todos y todos somos él.

Pasarán muchos años más y ese, que fue nuestro primer asesinado por una represión policial en democracia, será cada vez más el Víctor de todos. Para que nunca más; ni acá, ni en ningún lado.     


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