Según un estudio realizado por un grupo de expertos de Estados Unidos, los chicos que hacen ejercicios después del colegio tienden a concentrarse y a desarrollarse de forma intelectual, lo que termina favoreciendo y repercutiendo en la calidad de vida del chico.
Charles Hillman, profesor de Kinesiología y Salud Comunitaria de la Universidad de Illinois en Estados Unidos, explicó que las aptitudes de los niños que hacen ejercicio, luego del colegio aumentaron un 6%.
Agregó que los niños del programa de ejercicios mejoraron su capacidad para bloquear las distracciones y concentrarse en la tarea, aprendiendo así a distribuir la atención durante las tareas cognitivas y la velocidad de procesamiento cognitivo.
Hillman explicó también que los niños al practicar deportes o realizar alguna actividad física, se convierten en seres sociales. Además, de mezclar la diversión con salud junto a nuevas o viejas amistades, por lo tanto es sumamente recomendable que ellos inicien su actividad deportiva cuanto antes y si es al salir del colegio, mejor.
La mitad de los sujetos del estudio fueron asignados aleatoriamente a seguir un programa después de la escuela y el resto fue colocado en una lista de espera. Todos los participantes se sometieron a pruebas de imagen cerebral y cognitiva antes y después de la intervención.
"Los que estuvieron en el grupo de ejercicio recibieron una intervención estructurada que fue diseñada de la forma que les gusta a los niños moverse", detalla Hillman. "Realizaron sesiones cortas de ejercicio intercaladas con descansos en un periodo de dos horas".
La intervención, llamada 'FitKids', se basa en el programa de ejercicios CATCH, una iniciativa de promoción de la salud basada en la investigación que fue inicialmente financiado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos y ahora es utilizado por las escuelas y los departamentos de salud en todo el país. Los niños en el grupo de ejercicio FitKids llevaban monitores de la frecuencia cardiaca y podómetros de la durante la intervención.
"En promedio, las tasas cardiacas de los niños corresponden con un nivel de moderado a vigoroso a la intensidad del ejercicio y un promedio de alrededor de 4.500 pasos durante la intervención de dos horas", detalla Hillman. Los niños estaban activos unos 70 minutos al día y, como era de esperar, la aptitud aumentó más en el grupo de intervención en el transcurso del estudio. "Hemos visto un aumento de seis por ciento en la aptitud de los niños en el grupo de intervención FitKids", concluye Hillman.