Controlar la meningitis a tiempo puede ser un factor clave ya que puede ser mortal. Los riesgos se dan en las primeras 24 horas, por lo que es fundamental poder estar atento y conocer alguno de los síntomas de esta afección.
En Argentina se detectan alrededor de 8 casos por semana de meningitis: 3,7 casos causados por meningococo, de los cuales entre el 10 y 15% terminan en muerte y un 15% de los casos presenta secuelas.
Los síntomas más frecuentes son rigidez en el cuello, fiebre elevada, fotosensibilidad, confusión, cefalea y vómitos. Se debe indicar que incluso cuando se diagnostica tempranamente y recibe tratamiento adecuado, un 5 a 10% de los pacientes fallece, generalmente en las primeras 24 a 48 horas tras la aparición de los síntomas.
La meningitis bacteriana puede producir daños en el cerebro, sordera o discapacidad de aprendizaje en un 10 a 20% de los supervivientes.
Una forma menos frecuente pero todavía más grave de enfermedad meningocócica es la septicemia meningocócica, que se caracteriza por una erupción cutánea hemorrágica y colapso circulatorio rápido.
La bacteria se transmite de persona a persona a través de gotas de secreciones respiratorias o de la garganta. La propagación de la enfermedad se ve facilitada por el contacto estrecho y prolongado (besos, estornudos, tos, dormitorios colectivos, vajillas y cubiertos compartidos) con una persona infectada.