CUIDADO PERSONAL

Ortorexia: Nuevo trastorno por querer "comer bien"

A raíz del cuidado de la salud muchas personas tornan esta filosofía de vida en un trastorno que puede traer graves consecuencias. Se trata de la Ortorexia, una obsesión por querer comer bien al extremo.
miércoles, 16 de abril de 2014 · 19:41

La Ortorexia es el trastorno que lleva a las personas a la obsesión de querer comer bien al extremo, seleccionando sólo alimentos orgánicos o sin tratamientos de fertilizantes.

Esta nueva obsesión desarrolla un control bien cercano y cada vez más estricto de los componentes de los alimentos, pretendiendo ingerir solo comida orgánica, vegetal, no tratada con fertilizantes, sin conservantes, ni grasas saturadas.

"Suelen ser defensores a ultranza de una alimentación inmaculada que, en muchas ocasiones, hacen extensivo a quienes les rodean. Además, señalan como ‘delito’ comer alimentos como papas fritas, salchichas o gaseosas azucaradas", señala Rubén Bravo, especialista en Nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO). 

La Organización Mundial de la Salud estima que la ortorexia afecta a un 28% de la población de los países desarrollados y que su prevalencia podría ir en aumento en los próximos años, ya que la sociedad actual favorece la mayor ingesta de alimentos y el poco cuidado de la salud.

Esta situación también hace que sea muy difícil poder separar quienes cuidan su salud mediante la alimentación saludable y quienes se vieron desbordados por este tema y se vuelven "detectives" de cada alimento.

El camino sistemático es el siguiente: se empieza por evitar de lo artificial, por contar calorías y por cancelar todo tipo de alimento transgénico y termina siendo muy peligroso, hasta el punto de caer en lo enfermizo.

"Las alarmas se deben disparar cuando alguien dedica más de tres horas a organizar su menú, cuando busca cualquier excusa para no comer fuera hasta el punto de minimizar sus relaciones sociales e, incluso, cuando cuenta cuántas veces mastica cada bocado", explica Bravo. 

Afecta principalmente a mujeres, adolescentes y deportistas, sobre todo, quienes practican fisicoculturismo. "Estos pacientes suelen presentar un déficit de grasa, hipotensión y problemas cardiovasculares", explica el doctor.

"Desde el punto de vista psicológico, alternan estados de euforia con otros de ansiedad. Y experimentan una falsa autoestima, basada en un sentimiento de superioridad que trae consigo la idea de que su modo de vida es mejor que el del resto".

Comentarios