Salud

Alzheimer, una enfermedad degenerativa

Una detección temprana de la enfermedad y algunos cambios positivos en tu rutina pueden disminuir los efectos negativos del alzheimer.
martes, 17 de marzo de 2015 · 15:25

Según un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud, la demencia es un síndrome que incluye todas aquellas enfermedades que implican el deterioro de la memoria, el intelecto, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades de la vida cotidiana. Significa la perdida de la capacidad cognitiva de forma progresiva y desemboca en una enfermedad crónica, de la cual aún no se tiene cura ni se conoce exactamente cuáles son sus causas.

Según estadísticas de la OMS, entre el 60% y 70 % de los casos de demencia corresponden a la enfermedad del Alzheimer. Es una patología degenerativa, que progresivamente nos quita la capacidad para realizar algunas actividades cotidianas que antes considerábamos sencillas. Esta se hace más común a mayor edad, siendo poco frecuente en jóvenes y afecta a cada persona de manera diferente.

No existe un patrón de comportamiento único para un enfermo de alzheimer. Sin embargo si existen parámetros más generales para detectarlo. Ya que este afecta los sectores del cerebro responsables de la memoria, el lenguaje, la conexión de ideas y el pensamiento. En los enfermos de Alzheimer se pueden evidenciar algunos cambios en la personalidad, en algunos casos pueden volverse más agresivos, necesitan ayuda con el aseo, cuidado personal e higiene y pueden sufrir perdida de orientación en el sentido de la ubicación espacio temporal.

No se ha podido elaborar un tratamiento eficaz para curar esta enfermedad y tampoco se puede prevenir esta patología. Lo que si podemos hacer es tomar algunas medidas para afrontar lo mejor posible este padecimiento y retrasar su aparición o disminuir la manifestación de sus síntomas.

Desde ADI, asociación para la enfermedad del Alzheimer, informan que dos de los factores que contribuyen a esta enfermedad son la edad y un fuerte historial de alzheimer en la familia.

A su vez, el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo, lesiones en la cabeza y algunas enfermedades como problemas en el corazón, presión alta, sobrepeso y diabetes constituyen factores de riesgo.

Esto no significa que las personas con estas afecciones vayan a sufrir alzheimer y las que no se incluyen en estas categorías están libres de la enfermedad. Sino que son algunos patrones que aumentan nuestras posibilidades de ser afectados.

Según especialistas algunos de los consejos que se pueden dar para aminorar los síntomas y posibles efectos de esta enfermedad son:

  • Hacer actividad física, ayuda a mejorar nuestra calidad de vida y disminuye los efectos del alzheimer, no implica realizar grandes esfuerzos, sino que con caminatas cortas o algunos ejercicios de poca demanda en nuestra casa, es suficiente para colaborar con nuestra salud
  • Mantener nuestro cerebro activo, realizar ejercicios mentales, leer, hacer sopas de letras, crucigramas, etc., es muy recomendable. Con realizar actividad física no es suficiente. Recordemos que esta enfermedad afecta al sistema cognitivo, por lo que lo primero que debemos ejercitar es nuestro cerebro.
  • Comer saludable. Como mencionamos, uno de los principales factores de riesgo son problemas como la obesidad, enfermedades al corazón y presión alta. Llevar una vida saludable puede colaborar para disminuir estas posibles causas indirectas de la enfermedad.
  • Disminuir el consumo de tabaco y alcohol, no excedernos en el consumo de ambas sustancias es un buen consejo ya que aumentan considerablemente el riesgo de contraer Alzheimer.
  • Mantener una vida social activa, la vejez suele ser un momento en la vida donde las personas se aíslan de los grupos sociales y de intercambio. Pierden intereses que antes tenían y en algunos casos disminuye su voluntad para realizar actividades en grupos sociales. Esto puede ser terrible para nuestro cerebro, ya que el intercambio con el otro y el ejercicio mental y físico que implica fomentar nuestra vida social diaria, es fundamental para mantener nuestro cerebro en funcionamiento.
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