Los menores de dos años que inhalan diariamente humo de cigarrillos en sus hogares, tienen entre cuatro y seis veces más posibilidades de contraer o ser hospitalizados por bronquiolitis, la enfermedad que explica el mayor porcentaje de internaciones pediátricas en esta época del año, explicaron especialistas.
La jefa de pediatría del Hospital de Clínicas, Ana María Balanzat, aseguró que una de las medidas más importantes de prevención es "que no fume nadie en la casa, porque el humo inhalado incrementa de cuatro a seis veces la prevalencia y la internación por bronquiolitis", en niños menores a 24 meses.
"El humo de cigarrillo es un irritante de las vías aéreas que facilita que los virus se instalen en ellas, pero también un desarrollo más severo de esta enfermedad en relación a niños no expuestos", detalla la pediatra y neumonóloga en el portal Telam de información.
La especialista explicó que el niño cuya madre fumó durante el embarazo también corre mayor riesgo de contraer o ser internado por bronquiolitis "porque esto produce daños irreversibles a nivel de los bronquios".
La jefa de clínica médica del servicio Infectología del Hospital Garrahan, María Teresa Rosanova, coincidió en que "un hábitat con humo de tabaco es uno de los factores de riesgo que aumenta la posibilidad de contraer bronquiolitis y de tener un cuadro de mayor gravedad". Esta enfermedad viral afecta fundamentalmente a niños menores de dos años y consiste en la inflamación de los bronquiolos, las pequeñas vías aéreas en las que se dividen los bronquios y que son las encargadas de llevar el aire a los pulmones.
Inicialmente los síntomas son leves y poco específicos (fiebre, tos, decaimiento, congestión nasal) y la enfermedad puede confundirse fácilmente con un resfrío o gripe común, pero en algunos casos los síntomas se intensifican y generan dificultad para respirar, silbidos, aumento de la frecuencia respiratoria y respiración abdominal.