Cómo saber cuando no estás en buen estado físico

Hacer actividad física es necesario para mantener una vida sana junto a la buena alimentación. El entrenamiento permite regular la presión arterial, ayuda a mantener el peso corporal y previene enfermedades, entre otros beneficios físicos. Asimismo, aporta efectos positivos a nivel psicológico.

Hay épocas del año en las que por razones laborales uno no entrena como debería. Conocé algunos síntomas para saber si estás fuera de estado:

- Insomnio: una mala alimentación y falta de ejercicio generan un mal sueño. No sólo porque al no gastar energías no nos cansamos, sino que la digestión probablemente no funcione correctamente.

- Duele el cuerpo: las articulaciones sufren la falta de ejercicio físico y por eso cuando uno lleva un tiempo sin realizar actividad siente dolor en las rodillas, la columna y la cadera, sobre todo. El sedentarismo tiende a causar a su vez contracturas.

- Bajo estado de ánimo: la actividad física produce la liberación de endorfinas y esto lleva a la reducción de la ansiedad, la depresión y el estrés. En el caso de no estar activo físicamente la salud mental se resiente. 

- Cansancio rápido: entre los kilos de más y la falta de práctica, realizar cualquier tipo de esfuerzo puede costar un poco más de lo habitual.

- Aumento de peso con facilidad: mantenerse físicamente activo ayuda a que el organismo queme aquellas calorías y grasas que no necesita. Cuando una persona no realiza ejercicio de forma habitual ingiere más calorías de las que su cuerpo en realidad termina por consumir.