UNA POLÉMICA REFORMA EN EL CAA

Confirmaron que son seguros los alimentos con radiación y se podrán consumir

Especialistas en alimentos y nutricionistas opinaron sobre la reforma del Código Alimentario Nacional que se implementará en las próximas semanas.
viernes, 7 de julio de 2017 · 17:33

Una serie de cambios en el Código Alimentario Argentino (CAA) permitirá proximamente el uso de técnicas radioactivas en más productos alimenticios, una técnica que recibió el aval de especialistas de distintos organismos oficiales, quienes brindaron tranquilidad acerca de la "seguridad" de esos productos y consideraron que el procedimiento aumentará su vida útil y eliminará bacterias que causan enfermedades.

"Es importante dar tranquilidad. Aunque ahora sale a la luz, la radiación es una tecnología que se viene aplicando hace muchos años en todo el mundo, e incluso en Argentina se utilizaba ya sobre algunos alimentos", dijo Celina Horak, Gerenta de Aplicaciones y Tecnologías de las Radiaciones de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).

La técnica de irradiación de alimentos está contemplada en el Código Alimentario Argentino (CAA) desde 1988 para la papa, los ajos, las cebollas, los espárragos, las frutillas, las especias y condimentos vegetales desecados y/o sus mezclas y los hongos de cultivo comestibles.

Según confirmaron fuentes de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), la novedad consiste en que en las próximas semanas se incorporará al CAA el permiso de que esta técnica se utilice en otros tipos de alimentos como pescados y mariscos, aves, carne bovina, porcina, caprina, otras y sus productos (frescos y congelados), así como frutas y vegetales frescos, cereales y sus harinas, legumbres, semillas, oleaginosas, frutas secas, vegetales, frutas desecadas, hierbas secas, tés de hierbas, y alimentos de origen animal desecados.

"Esta tecnología posee más de 60 años de investigación y, como justamente involucra radiaciones y se sabe los temores que esto genera, fue sumamente estudiada por distintos organismos internacionales y comités de expertos en los cuales se investigó hasta el más mínimo detalle para determinar su seguridad", confirma Horak.

Para la especialista de la CNEA "se sabe muy bien cuál es el efecto que esa energía va a generar por lo que nunca van a producir algún tipo de modificación que genere radioactividad en los alimentos. Primero, porque estas fuentes de radiación nunca toman contacto directo con los productos, y segundo porque las energías nunca van a ser tan altas como para modificar el núcleo del átomo del alimento".

Horak describió que "lo que hace la irradiación es interactuar con los microorganismos generando la fragmentación del ADN que es lo que permite que esos microorganismos se reproduzcan".

"Esto no sólo prolonga la conservación del alimento, sino que también actúa en forma eficaz para la eliminación de agentes patógenos, es decir causantes de enfermedades, como la escherischia coli, salmonella, cólera, listeriosis, etc", indicó Horak.

Gerardo Leotta, magister en Microbiología Molecular y miembro de la Red de Seguridad Alimentaria de Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), dijo que "el proceso de ampliación de la técnica a otros alimentos se viene estudiando desde hace ya varios años para establecer con seguridad qué niveles de radiación son aceptables".

"Si se resolvió la aprobación es porque hay estudios previos y evidencia científica que garantiza su seguridad, es decir, que no puede hacer ningún daño. Además se sabe exactamente qué tipo de radiación y en qué 'dosis' para cada caso", explicó Leotta.

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