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Científicos israelíes usan un chip de silicio contra el Alzheimer

La ciencia, puntualmente en Israel avanza a pasos agigantados en materia de salud y medicina. Mirá el nuevo descubrimiento relacionado.
sábado, 7 de diciembre de 2019 · 00:00

Investigadores en el Instituto Technion y del de Tecnología de la Universidad de Bar Ilán, ambos en Israel, crearon una tecnología que esperan detenga el progreso del Alzheimer.

El estudio se publicó recientemente en la revista científica Small, y lo dirige la doctora Ester Segal y el doctorante Michael Rosenbert de la facultad de Biotecnología e Ingeniería Alimentaria del Technion, con sus socios, la profesora Orit Shefi y la doctoranta Neta Zilony-Hanin, de la facultad de Ingeniería de Bar Ilán.

El Alzheimer es la forma más común de demencia, es una enfermedad neurodegenerativa cuyos síntomas incluyen pérdida de memoria, dificultades en el habla, problemas de orientación y deficiencias importantes en las funciones motoras. Golpea a los mayores y gracias a la mayor expectativa de vida, los organismos de salud del mundo se refieren a ella como la gran epidemia del siglo XXI.

La principal causa de la enfermedad es la acumulación de una proteína llamada amyloid beta (Aβ) en el tejido cerebral. Y esto provoca, en parte, daño en las neuronas encargadas de las funciones cerebrales.

“Investigaciones previas han mostrado que la administración de una proteína específica llamada ‘factor de crecimiento neuronal’ previene el daño a los mecanismos que realizan las funciones cerebrales y ralentiza el progreso de la enfermedad”, declaró la doctora Segal a la prensa israelí recientemente.

Y agregó: “se sabe que la proteína tiene cualidades de restauración, pero el problema es cómo llevarla al cerebro”.

El cerebro está protegido por una barrera de sangre que impide la entrada de bacterias y sustancias dañinas y el reto del equipo era superar esa barrera.
El equipo de investigadores dijo haber creado un nanochip de silicio que ayuda a superar esta dificultad, permitiendo la inserción de grandes cantidades de la proteína curativa en los poros del chip que la lleva al tejido que la necesita y permitiendo su administración de manera gradual a lo largo de un mes.

Luego de la administración de la droga, el chip se disuelve en el cerebro, según comunicado del Technion.

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