Coronavirus: crean respiradores mecánicos desde un invernadero de lechugas

El devastador efecto del coronavirus puso en evidencia la falta de respiradores mecánicos en los hospitales de la mayor parte de los países del mundo, y una modesta compañía de invernaderos hidropónicos en Israel creó uno que ya está listo para usar.

“Usamos algunas de las mismas tecnologías que utilizamos en los invernaderos para crear un respirador mecánico básico pero efectivo”, informó Lior Hessel, CEO de Growponics, empresa de invernaderos inteligentes situada en el norte de Israel. Hessel es un ingeniero biotecnológico con experiencia médica en los años de servicio en el ejército israelí quien decidió hace dos semanas detener su producción de verduras para el mercado local y poner todo su ingenio y el de su equipo en la construcción de un aparato respirados que pueda salvar vidas.

Les movió la triste situación que viven países como Italia y España y el terror a que un escenario similar se produzca en Israel. El ingeniero Asaf Shemesh, parte del equipo de Growponics, señala que para llevar a cabo esta tarea se reodearon de un equipo de médicos que les ha asesorado.

El respirador mecánico que construyeron será barato. Su precio de construcción no pasa de los 200 dólares estadounidenses, pero con los añadidos de licencias y certificaciones los ingenieros estiman que pueda acercarse a los 1000 dólares “como máximo, pero esperamos que sea menos”, detalla Hessel.

Y añade: “Nuestra intención es que sea lo más asequible posible para que la mayor cantidad de gente se pueda beneficiar de su uso y nosotros podamos volver a nuestra actividad normal cuanto antes”.

Los respiradores mecánicos de los hospitales son máquinas sofisticadas con multitud de usos. Lo que estos ingenieros proponen es un aparato básico que sirva como reserva en los hospitales y que los pacientes que ahora son desintubados y dejados morir por falta de equipo, puedan continuar con vida.

“Los parámetros que más preocupan a los médicos cuando miran estos aparatos es que se pueda controlar el volumen, la frecuencia y la cantidad de aire que entra en los pulmones del paciente, sedado e intubado”, dice Shmesh.

El respirador de Growponics cumple con estos requisitos gracias a un microprocesador y sus inventores están tan solo a la espera del permiso final para ensamblaje por parte del Ministerio de Sanidad israelí. Aseguran que es una cuestión de pocos días.