CON LA VOZ FLAQUEANTE
Eduardo Feinmann contó su experiencia: "Estoy roto, pasé un momento horrible"
El periodista rompió el silencio mientras continúa recuperándose del coronavirus, y narró un estremecedor relato."Estoy bien...bueno, bien es una forma de decir. Roto, estoy roto", comenzó Eduardo Feinmann su relato, después de haber sido diagnosticado con coronavirus y posteriormente internado por una complicación en su cuadro.
Tras recibir el alta, el periodista habló con Radio Rivadavia y contó su dura experiencia con la enfermedad. "Pasé un momento horrible en esa semana que estuve internado, completamente solo, tirado en una cama, con la gran ayuda de los médicos, enfermeras, personal de salud. Hay que sacarse el sombrero con el laburo que hacen, tanto en hospitales públicos y privados. Es realmente impresionante", reconoció y valoró el conductor de A24.
"Estoy roto. Pasé un momento horrible".
Con una voz flaqueante y quebrada, pero más recuperada que la que se escuchó en el audio que le mandó a Marcela Tauro, el abogado explicó cómo se siente mientras se recupera. "Tengo muchísimo dolor de cuerpo, de cintura, me mata, me está matando el dolor de cintura. No tengo explicación para eso, la verdad".
"Estuve internado completamente solo, tirado en una cama, con la gran ayuda de los médicos, enfermeras, personal de salud. Es realmente impresionante el laburo que hacen".
Luego, recordó los días que pasó internado "completamente solo": "No podés ver a nadie, nadie más que médicos, enfermeros y personal de salud, a quienes no les vi la cara. Esta es una enfermedad muy tremenda porque ni siquiera a los que atienden les ves la cara. Están totalmente cubiertos con trajes de astronautas, máscaras, barbijos, anteojos", detalló.
"Esta es una enfermedad muy tremenda porque ni siquiera a los que atienden les ves la cara. Apenas se les ven los ojos. Es muy impersonal todo".
Acto seguido, continuó: "Apenas se les ven los ojos. Cuando te tocan lo hacen con guantes, ni siquiera hay contacto físico con una persona. Es muy impersonal todo. Es muy tremendo”, adjetivó.
"Sinceramente, si uno no tuviera el apoyo que tuve yo de mi familia, de mi mujer, no sé cómo hubiera pasado esto".
Feinmann no se olvidó de sus seres queridos, en particular de su pareja, Lucía Auat, quien, a la distancia, lo acompañó. “Sinceramente, si uno no tuviera el apoyo que tuve yo de mi familia, de mi mujer, no sé cómo hubiera pasado esto. Porque la tenía a ella del otro lado del teléfono, la voz de ella. Y nada más”.
Además, reflexionó que “la cabeza te juega en contra” en ese tipo de circunstancias. “Tener el oxígeno enchufado las 24 horas del día, metido en la nariz donde sabés que si no tenés eso no respirás, es horrible. La verdad es horrible”.
"La cabeza te juega en contra. Tener el oxígeno enchufado las 24 horas del día, metido en la nariz donde sabés que si no tenés eso no respirás, es horrible".
Finalmente, sumó: “Más cuando vos fuiste el que comunicaste durante meses todo lo que va pasando. Entonces, de repente uno está en la misma cama donde relató que otros estuvieron en esas camas. Es muy fuerte”, concluyó el también conductor de A24.