IMPRESIONISMO

Artista autista al estilo Monet de cinco años

Sus pinturas de estilo impresionista, las cuales se venden por miles de dólares, fueron pintadas por una joven de cinco años que no puede hablar.
viernes, 10 de octubre de 2014 · 20:09
Ella es Iris Halmshaw, una joven autista de Leicestershire en el Reino Unido, quien desde los tres años pinta estas obras de arte impresionantes.

Ella tiene autismo, una condición que hizo que no pueda comunicarse, excepto por medio del arte: 
"Desde su primer cuadro, llenó el papel de color y no lo hizo de forma aleatoria... fue algo bien pensado y considerado", dice su madre, Arabella Carter-Johnson. "Ella se sintió muy feliz y emocionada, y supe que habíamos encontrado una llave para entrar a su mundo, y una forma de interactuar con ella".
 
El proceso empezó cuando Iris tenía dos años. Carter-Johnson y su esposo, Peter-Jon Halmshaw, se dieron cuenta de que algo no estaba bien: la niña no había aprendido una sola palabra, y apenas hacía contacto visual.
"Lo investigamos por nuestra cuenta", recuerda su madre, "pero como padres, siempre esperas que haya otra explicación".

Iris fue oficialmente diagnosticada como una niña con autismo. Según Carter-Johnson, el doctor fue "deprimente", porque les dijo que muy pocas terapias funcionaban. Con la intención de no desalentarse, la pareja se embarcó en "largas noches de investigación", lo que les llevó a considerar la idea de la terapia artística.

Iris aprendió técnicas de pintura con una velocidad asombrosa, y pronto empezó a pasar mucho tiempo trabajando en sus lienzos. Sorprendentemente para una niña de su edad, sus sesiones involucraban más o menos dos horas de constante concentración.

Para empezar, Carter- Johnson, quien es fotógrafa, empezó a compartir los cuadros de su hija en Facebook.
La abrusca respuesta de sus amigos la convenció de que no había estado cegada por el orgullo de madre. Iris era especial.

Dos años después, existe una alta demanda por los cuadros de Iris, y estos empiezan a costar mucho dinero.
Debido al alto nivel de demanda por el arte de Iris, su madre ha abierto una página web en la que vende originales y copias.

Fue un éxito rotundo, y la página rápidamente atrajo a más de un millón de visitas de más de 200 países.
"Todas las ganancias de los originales pasan a la cuenta de ahorros de Iris", dice Carter-Johnson.
"También vendemos tarjetas y copias, y las ganancias de éstas se utilizan para su terapia del habla, terapia ocupacional, clases de música y yoga".

El dinero generado a partir de las ventas de las copias tuvo efectos profundamente beneficiosos en el día a día de Iris. Según Carter-Johnson, los sistemas como la terapia del habla de Gemiini, por ejemplo, han hecho una enorme diferencia en su habilidad de comunicarse.

"Ella tiene una tendencia a perderse en su propio mundo, si se lo permites", dice Carter-Johnson.
"Así que al utilizar sus intereses, logramos captar su atención y ella se convierte en una niña sonriente que baila por toda la casa". "Su habla aún no ha llegado a la etapa en la que podamos tener conversaciones, así que es difícil determinar con exactitud cuánta comprensión tiene de todo lo que ha ocurrido alrededor de su arte".

Su creciente conjunto de obras ha dado lugar a que Iris sea ampliamente aceptada como una erudita.
Según el profesor Allan Snyder del Centro para la Mente en la Universidad Nacional Australiana, las personas como Iris pueden abrir los pozos ocultos de potencial que se encuentran en todos nosotros, pero rara vez aprovechamos.
"Creo que es posible que una persona perfectamente normal tenga acceso a esas capacidades", dice. "Pero los eruditos normalmente no nos pueden decir cómo hacen lo que hacen. Eso simplemente llega a ellos".
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