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La polémica del síndrome de alienación parental (S.A.P.)

Este síndrome, reflejado en un documental presentado en Córdoba, censurado y finalmente levantada, genera polémica en torno a la situación que viven muchas familias.
sábado, 14 de mayo de 2016 · 00:00

Dentro de la comunidad académica, el llamado Síndrome de Alienación Parental (S.A.P.) carece de consenso científico por no reunir los criterios metodológicos científicos necesarios para ser aceptado y por eso se lo considera pseudocientífico.

El SAP fue rechazado como entidad clínica por las dos instituciones más reconocidas en el mundo referidos a la salud mental: la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Americana de Psicología.

Es por eso que no aparece en las listas de trastornos patológicos de ningún manual, ni en el CIE-10 de la OMS ni en el DSM-5 publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría.

 

El documental que fue prohibido por la justicia

En 2014 se exhibió en la provincia de Córdoba un documental referido a esta problemática. "Borrando a Papá" que denunciaba la obstrucción del vínculo entre padres divorciados y sus hijos, motivo por el cual se borró de circulación en todos los medios. 

El video, relata historias de padres alejados de sus hijos a partir de divorcios conflictivos, que impiden ese vínculo durante años.
 
Se trata de un alegato que intentaba demostrar los prejuicios de la Justicia y de algunos profesionales, que hacen de la exclusión paterna una decisión automática ante las primeras denuncias de una madre.

Sólo dos salas oficiales en todo el país habían aceptado proyectarlo, debido a la polémica que se creó antes de su estreno. Y otras dos o tres salas privadas en todo el país. Entre ellas, el Cineclub Teatro Córdoba.
 
Mirá el trailer que se conserva actualmente en YouTube:


El juez civil Guillermo Blanch ordenó que se eliminen de la película parte de los testimonios de la psiquiatra María Cristina Ravazzola y las trabajadoras sociales Susana Tesone e Hilda Radrizzani, que también es psicóloga.

Además, pidió que "se abstengan de cualquier transmisión y/o retransmisión de imágenes y/o videos sin su consentimiento”.

Algunos meses después, se levantó la censura, debido a que el juez Guillermo Blanch había incurrido en censura sin permitir que salga a la luz el negocio de la obstrucción de vínculos generado desde la justicia y que es denunciado en este documental.

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