HISTORIAS DE VIDA
Excombatiente de Malvinas respondió una carta de 1982 a una adolescente
Una joven le había redactado y enviado la carta a un "soldado anónimo". Treinta y cuatro años después ella recibió una respuesta a su escrito, gracias a las redes sociales.
Graciela Vassarotto es docente, vive en la localidad pampeana de General Pico y desde hace poco tiempo, gracias a las redes sociales, está reviviendo una etapa de su vida: la adolescencia, que estuvo marcada por la guerra de Malvinas y decenas de cartas enviadas a soldados anónimos.
Treinta y cuatro años después, uno de los soldados anónimos que recibió su carta en medio de la guerra, se comunicó con ella para agradecerle y decirle que tiene su carta.
Ese soldado, que permaneció bajo el anonimato por más de tres décadas, se llama Ernesto Ismael Urbina y vive en Punta Alta.
Graciela es oriunda de Huinca Renancó, Córdoba, pero hace algunos años vive con su familia en General Pico, 135 kilómetros al norte de la capital de La Pampa. Es profesora de Artes Visuales.
Recuerda que cuando tenía 14 años, en 1982, en su colegio secundario, realizaban un trabajo colectivo con sus compañeras reproduciendo las noticias que se publicaban en los diarios, en las galerías de la escuela.
"Eso lo hacíamos en grupo pero, como a mí siempre me gustó escribir, empecé a mandar cartas a los soldados. Sabía que era una carta a un soldado anónimo y muchas veces las colocaba dentro de chocolates que enviaba mi familia, en las encomiendas que mandábamos como tantos argentinos para ayudar a quienes combatían en el sur del país", contó emocionada.
"Escribía a las embajadas, a las radios latinoamericanas, quería contar lo que yo pensaba y escribía a los soldados, sabiendo que una palabra de aliento era importante para ellos", concluyó.
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