Santiago Artemis confesó fue discriminado y "muy castigado" de chico en Ushuaia

El mundialmente reconocido diseñador de modas de Ushuaia, Santiago Artemis, relató vivencias impactantes de lo que fue su crianza en la ciudad del Fin del Mundo, y contó abiertamente el calvario que le tocó atravesar en su infancia, por su condición -todavía para algunos- "especial".

En el marco de la nueva temporada que inició el programa "PH: Podemos Hablar" (Telefé, sábados de 22 a 24), al joven y exitoso modisto fueguino no le tembló la voz para contar toda clase de episodios desagradables cuando niño, en la otrora conservadora comunidad fueguina de los años noventa. 

"Yo de chico fui muy diferente y no tenía que ver con ser gay, o sea, trascendía eso. Era muy afeminado, muy personaje, muy histriónico; actuaba, cantaba, hablaba en mi cabeza, hablaba inglés, y era muy castigado de chico por mi padre", comenzó Artemis en la rueda de confesiones, junto a Florencia Peña, Fernando Burlando y "Pampita", entre otros famosos y mediáticos.

Bajo este escenario, el diseñador dijo que fue "siempre censurado" en su Ushuaia natal, y amplió en anécdotas y cómo reaccionaba la gente, al enterarse entonces de su "condición".

"Llegabas a la casa de alguien y decías “hola”...Puto. Listo, censurado. Entonces era constantemente esa especie de agresión de la gente, implícito ¿no? Y mi padre que es súper Alfa, Maradona, fútbol... el tercero de tres hermanos, mujer, mujer, niño, toda la expectativa puesta en "que este sea pibe, varón" Y al final...hola", expresó Santiago.

En tanto Andy Kuznetzoff, ex "CQC" y conductor de PH, le preguntó: "¿Sentiste esa decepción o te aceptó?"; a lo que Artemis le contestó: "Sí, me acepta, pero fue toda una transición de una persona que fue criada muy, como te digo, años 50, 60, milicos. Ushuaia es un lugar muy naval".

"Soy mormón, además eso: la religión. El pibe canta y actúa, miraba películas en blanco y negro, es un personaje. Y le hacen este bullying. Tampoco era Carrie (por la película de terror de Stephen King) que me maltrataban, pero era una cosa…", añadió.

"Te censuraban, todo el tiempo. Era tipo, ibas a los scouts: es puto. Ibas a hacer esto o lo otro, también. Y más allá de ser gay, no podía contenerlo.  Tener que modular la voz cuando hablaba, llegaba a un colegio y era hablar grave. Y al cuarto día se daban cuenta: Uy listo, se la come...", recordó Santiago. 

Y concluyó refiriéndose a su papá: "Me aceptó después, pero me acepta como cuando algunos padres pueden estar orgullosos de vos y no te lo hacen sentir. Y a veces querés que te lo digan, y no sabés si quieren o no, te aceptan o no".