Emocionante historia
Matrimonio de Río Grande que ganó los millones: "Nuestra nieta nos dio una mano desde el cielo"
Los Aguilar se hicieron acreedores el último fin de semana de uno de los premios más grandes de los úlltimos tiempos del Telebingo, y tras recibir el premio del IPRA revelaron como se dio todo en la previa: soñaron que se lo ganaban, y coincidieron que su nietita, quien falleció hace 3 años, estuvo ahí.El domingo pasado se dio un hecho histórico en lo que es el Telebingo Fueguino: es que en el sorteo "Especial Día de la Madre" un apostador acertó el Súper Bingo Millonario bolilla 37, con lo cual se hizo acreedor de nada menos que $4.645.428 en efectivo.
Tras la emoción porque finalmente luego de mucho tiempo salió este mega premio, el IPRA hizo entrega el miércoles del mismo a quien compró el cartón de los milones, tratándose del matrimonio Aguilar de Río Grande.
"La verdad que fue una sorpresa, porque mi señora había soñado que ibamos a ganar. Tenemos una nietita que está en el cementerio que hace 3 años que falleció, nos fuimos para allá y a la vuelta le digo a ella: pasemos por la Agencia 171 para ver si podíamos sacar algo, ya Loncón (Ag. 156) me había vendido el número, pero siempre apostamos un poquito más", explicó Luis Aguilar en una nota con TVP Noticias.
El vecino, quien contó que tienen ocho hijos, recordó que ante esto su esposa le dijo "es mucha plata" porque ya habían gastado 2 mil pesos en cartones, a lo cual le respondió "¿Y si la pegamos?", y adquirieron otro.
"Cuando compro dos cartones siempre ella me acompaña, me dice: "vos ganás la de de la 171 y yo de la 156". En la tercera ronda ya veníamos bien, en la bolilla 31 ya me faltaba un número (para el bingo), ahora sale el 70 le digo. Y salió", agregó Luis.
"MI NIETA NOS DIO UNA MANO DESDE EL CIELO"
Pero lo más impactante de todo, es que la mujer relató que horas antes del sorteo tuvo un sueño premonitorio, que la postre terminó cumpliéndose.
"A la mañana eran las 8 y soñé que me ganaba un premio millonario, pero era algo online. Me despierta mi hijo para que le abra la puerta a la casa, se lo conté a mi hija. Y se cumplió a la noche", afirmó.
"Con lo que me pasó con mi nieta...no lo superamos todavía. Esto es un regalo del cielo, todos los domingos vamos al cementerio. Yo pienso que ella nos dio una mano", cerró Luis, emocionado hasta las lágrimas.