Alcohol, desmadre, enfrentamientos, heridos y detenidos

Serios incidentes en el obelisco en el marco del histórico festejo por el Campeonato Mundial

El lamentable escenario se desató cuando ya se había desconcentrado la masa humana que volvió a copar el microcentro porteño, momento en que un grupúsculo comenzó a arrojarle botellas y objetos de todo tipo a la policía. Agredieron a los medios de comunicación.
martes, 20 de diciembre de 2022 · 22:17

No será recordada como una más la histórica y multitudinaria celebración popular que se dio este martes 20 de diciembre en toda la República, por el logro de la tercera copa Mundial de Fútbol para la Argentina en el Campeonato Qatar 2022. Por muchos motivos, y lamentablemente, algunos de ellos no gratos.

 

Tras la caravana que comenzó poco antes del mediodía desde Ezeiza, con los jugadores de la Selección subidos a un micro sin techo circulando primero por al Autopista Richieri y luego la avenida General Paz, todo se truncó alrededor de las 15 cuando el móvil pasó por debajo de un puente colmado de fanáticos.

 

Dos personas jovenes se arrojaron desde el puente, uno de ellos cayó encima del jugador Lautaro Martínez, otro golpeó contra la cola del omnibus para caer e impactar de cabeza contra el pavimento. Según se vio la cobertura de CronicaTV, esta persona sobrevivió de milagro, y cuando se lo llevaban en camilla con la cabeza vendada seguía arengando.

Este grave episodio fue el detonante para que desde las Fuerzas de Seguridad a cargo del operativo se resolviera que el micro frenase la recorrida y se desviara, al tiempo que millones esperaban entre Casa Rosada y el Obelisco, dada la expectativa que había porque Messi y el conjunto de Scaloni desfilaran por allí. Eso no sucedió finalmente.

 

En efecto y cuando el micro ni siquiera había ingresado a jurisdicción porteña, se dirigió hacia un predio abierto donde se posaron 7 helicópteros, de Prefectura y de la PFA, donde los jugadores y el equipo se subieron para sobrevolar la zona pactada y hacer una suerte de "vuelta olímpica aérea".

Tras retornar al predio de la AFA en Ezeiza, centenares de miles se mantenían festejando en la zona céntrica, con epicentro 9 de Julio y Corrientes. En un marco de intenso sol y calor, consumo desenfrenado de bebidas alcohólicas, decenas de personas subidas a los semáforos, los techos de las paradas del Metrobus, y hasta varias personas ebrias en lo más alto del obelisco, con el peligro latente de caer al vacío desde 67 metros de altura.

 

Pasadas las 20 la gente comenzó a retirarse, pero un grupúsculo infinitamente menor (teniendo en cuenta los millones presentes en las calles durante el día) comenzaron a arrojar botellas, piedras, palos y objetos contundentes a la policía, agrediendo incluso a los medios de comunicación que hacían la cobertura en el lugar. Un camarógrafo de A24 recibió el impacto de un botellazo en la cabeza, resultando herido y tuvo que ser intervenido con puntos.

Al mismo tiempo, la policía comenzó a reprimir con balas de goma a los violentos, que seguían destrozando locales, robando y saqueando oficinas, e incendiando contenedores cuando todavía quedaban algunas familias presentes, incluso con menores.

 

Pasadas las 21:30 comenzaron a llegar los camiones hidrantes de la Policía Federal, conforme los enfrentamientos se producían ya en la avenida Corrientes y una joven impacatada por un proyectil resultó con graves heridas sangrantes.

Al momento se habla de unas 20 personas detenidas, con cerca de 30 personas heridas, mostrándose las calles porteñas en un estado deplorable, literalmente tapizada de montañas de basura acumulada, según se observa en las imágenes que transmiten las  distintas señales.

 

Un momento único en la historia del deporte y del país, que comenzó como una verdadera y legítima fiesta de millones y termina empañándose irremediablemente, mostrando el peor lado de una sociedad donde al final de todo prevalece la anarquía, el desorden, la falta de cultura, el vandalismo, la violencia, el libertinaje absoluto.

 

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