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Desintoxicación de carbono: ¿estamos preparados?

La pandemia, la desaceleración económica y muchos factores hicieron que la emisión de CO₂ se reduzca, pero es muy difícil lograr desintoxicarnos por completo luego de la recuperación "post coronavirus".
lunes, 25 de enero de 2021 · 10:49

A cinco años de la firma de los Acuerdos de París, los objetivos marcados por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021 están lejos de alcanzarse: nos encaminamos hacia un calentamiento global cercano a los 3°, mientras que deberíamos alcanzar un máximo de 1,5 ° en 2050 y reducir a la mitad nuestras emisiones de CO₂ para el 2030.

Aunque ahora todos son plenamente conscientes de la urgencia de la situación, las acciones siguen siendo lentas para ser implementadas en todos los niveles: consumo, negocios, ciudades, regiones, gobiernos.

Sin embargo, el tiempo corre y en 2020 ya alcanzamos un incremento de 1,1° en la temperatura Global y el punto de quiebre de 1,5° debería ocurrir ¡recién en 2050!

La caída mundial de actividad debido a la pandemia tuvo como efecto colateral una reducción del 7% en las emisiones de CO2 fósil y acá la pregunta es si las inversiones vinculadas al "paquete de recuperación" generarán un aumento real de la energía baja en carbono, explica Carlos Abril, CEO de Atos para la Región Austral Andina.

¿Por qué es tan difícil cambiar el estilo de vida con carbono?

La neurociencia nos enseña cómo funciona nuestro cerebro frente a la adicción, especialmente una parte de nuestro cerebro que nos genera resistencia a los cambios. Según el Dr. Sebastien Bohler: “Hoy todo se produce de forma ilimitada, por lo que nuestro cerebro puede consumir tanto como quiera y el problema es que no tiene función de parada.

Entonces, ¿qué podemos hacer? Si la norma social valorara la sobriedad, el altruismo, el compartir, los hábitos de vida lentos, entonces nuestro cerebro nos dará placer en relación con eso. Pero para que se convierta en una norma social, tiene que ser valorado, es decir que los individuos que se comportan de esta manera son vistos como los líderes de nuestra sociedad”.

Necesitamos avanzar hacia “una civilización de la conciencia, que pueda mirar hacia atrás en sí misma y considerar caminos nunca imaginados”.

Debemos hacer un mayor uso de otra parte de nuestro cerebro, la corteza, que impulsa nuestra inteligencia, creatividad y conciencia.

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