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Crearon un dispositivo 500 más potente que los actuales para almacenar datos

Los investigadores se sirvieron de la capacidad de los átomos de cloro para ordenarse de forma autónoma en una cuadrícula bidimensional.
martes, 19 de julio de 2016 · 13:17
Un equipo de Investigadores de la Universidad Técnica de Delft, en Holanda, desarrolló un dispositivo de almacenamiento de datos 500 veces más potente que el mejor de los disponibles en la actualidad gracias a los átomos de cloro, según un estudio publicado en la revista Nature Nanotechnology.

"Teóricamente, permitirían una capacidad de almacenamiento equivalente a la de todos los libros jamás escritos en el tamaño de un solo sello postal”, explica el director del estudio, Sander Otte.

En los espacios de una rejilla de átomos de cloro sobre una superficie de cobre se almacenan bits y bytes.

Como homenaje a uno de los padres decisivos de esta tecnología, el físico estadunidense Richard Feynman (1918-1988), los investigadores escribieron en una casilla de sólo 100 nanómetros (una mil millonésima parte de un metro) una parte de su famoso discurso de 1959 There’s Plenty of Room at the Bottom, en el que sentó las bases de la nanotecnología.

Los profesionales usaron la capacidad de los átomos de cloro para ordenarse de forma autónoma en una cuadrícula bidimensional.
 
Como había menos átomos de cloro de los necesarios para la cobertura completa se crearon en la rejilla unos espacios, llamados vacantes. Con una de ellas y un átomo de cloro formaron un bit, la unidad más pequeña de almacenamiento de datos. En una proyección horizontal, "vacante arriba, átomo abajo” significa cero, mientras que "átomo arriba, vacante abajo” significa uno, detalla el sitio "canal44".

Para poder guardar datos, los investigadores tuvieron que mover los átomos mediante un microscopio de efecto túnel. Este instrumento permite explicar la estructura atómica de una superficie a través de una punta conductora (un único átomo) y la corriente de polarización aplicada entre ambas. Si se aplica a la punta conductora una corriente de un micro amperio, ésta hace que un átomo de cloro se desplace a una vacante.

El equipo de expertos logró automatizar el proceso, de manera que el microscopio de efecto túnel traslada los átomos de vacante a vacante hasta que se crean las casillas de bits. Para mantener estable la cuadrícula, cada bit está limitado por átomos de cloro, de manera que no haya un bit al lado de otro.

Actualmente, para leer un bloque de 64 bits se necesita un minuto, mientras que para escribirlo hacen falta dos. Además, el proceso sólo funciona a una temperatura de 196 grados Celsius. "El almacenamiento diario de datos a escala atómica aún está muy lejos”, señala Otte.

Eso opina Steven Erwin, del Laboratorio de Investigación Naval de Washington. En un comentario al artículo, el experto escribe que independientemente de las complicaciones que traerá la aceleración del proceso de escritura y lectura, se trata de un logro a tener en cuenta que "estimulará nuestra imaginación hacia el próximo hito”.
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