Analisis profundo
¿Que sucede realmente en el boicot a Facebook?
La empresa parece no molestarse de que sus principales proveedores norteamericanos hayan decidido dejar de pagar sus anuncios, mientras que un mar de protestas les llueven por su falta de accionar en cuestiones sociales.
En los últimos días explotó una polémica en el mundo digital luego de que varias empresas comenzaron a retiraron sus anuncios de Facebook a modo de protesta por la inacción de la red social frente a la toma de postura sobre cuestiones políticas, así como también por la falta de censura hacía pensamientos extremistas, especialmente cuando estos provienen desde agrupaciones de derecha.
Mientras que muchos vieron a esto como un boicot buscando un cambio positivo en la plataforma, como fue el “adpocalipsis” en YouTube hace unos años y llevó a un refuerzo de las reglas comunitarias en la página web, otros simplemente lo ven como una estrategia para ahorrar dinero durante la pandemia, buscando golpear donde le duele a una de las empresas más poderosas del mundo.
Y es que Facebook, a pesar de la pandemia y las controversias, continúa siendo la red social más usada en el mundo, aún por delante de YouTube o Twitter, según los datos de Statista. El problema se da en que la misma también sufre de una crisis de identidad desde hace años por sus distintos modelos de negocios, basándose principalmente en la publicidad para sustentar su existencia.
Entonces, la empresa depende fuertemente de que los auspiciantes se queden en el sitio, pero con la salida de algunos de sus principales proveedores, ¿no se debería preocupar? Según parece, realmente no le molesta, ya que aunque sus 100 mejores empresas publicitadas se bajaran de la plataforma, sus ingresos solamente se reducirían en un 6%.
Con esto en mente, el boicot parece ser en parte una forma de buscar renegociar los valores de los clicks en la página web, generando que Facebook busque no perder el dinero de esos auspiciantes, mientras que los mismos realizan una campaña de relaciones públicas sin gastar un centavo, ya que solamente mejoran su imagen al no aparecer en la plataforma por un tiempo.
En resumen, Facebook realmente sentirá un golpe si deja de ser usado, por lo que el boicot no parece ser nada más que otra estrategia empresarial que busca utilizar los problemas sociales para aumentar sus ganancias.
