cuidado digital
Internet sin trampas: claves para protegerse en la era digital
Entre fraudes, robo de datos y ciberacoso, la seguridad en la Red es más importante que nunca. Conocé las herramientas que te ayudan a proteger tu privacidad y a cuidar a los más chicos.La Red se ha convertido en parte central de nuestra vida cotidiana: trabajamos, compramos, nos informamos y socializamos a través de ella. Pero así como ofrece múltiples beneficios, también expone a los usuarios a riesgos cada vez más sofisticados. Desde el robo de datos personales hasta el espionaje digital y la manipulación de menores, la seguridad en internet es un tema urgente y en constante evolución.
Uno de los aspectos más vulnerables es el manejo de la información personal. Muchos sitios recopilan datos mediante cookies y rastrean el historial de navegación para vender publicidad personalizada. Si bien esto no siempre representa un delito, puede derivar en usos indebidos cuando esos datos caen en manos equivocadas. Expertos en ciberseguridad recomiendan revisar regularmente los permisos de las aplicaciones, borrar el historial de navegación con frecuencia y utilizar navegadores en modo privado para minimizar la exposición.
Pero el problema se profundiza cuando hablamos de menores de edad. En este sentido, cada vez más familias recurren a una app control parental para monitorear el uso que los chicos hacen de sus dispositivos. Estas aplicaciones permiten establecer filtros de contenido, límites de tiempo y alertas ante actividades sospechosas. Algunas incluso permiten ver qué apps se instalan, qué páginas se visitan y con quiénes se comunican. «No se trata de invadir su privacidad, sino de prevenir situaciones peligrosas», explica Valeria Giménez, especialista en educación digital.
Sin embargo, también han proliferado herramientas más invasivas, como el uso de un keylogger para iPhone, que registra de forma oculta todo lo que se escribe en el dispositivo. Aunque su uso suele estar orientado al control de empleados o a la recuperación de información, su implementación en entornos familiares ha generado fuertes controversias éticas. Según organismos de derechos digitales, esta clase de tecnologías deben utilizarse con suma responsabilidad y siempre informando a la persona monitoreada.
El desafío, entonces, es encontrar el equilibrio justo entre seguridad y privacidad. La alfabetización digital aparece como un eje clave: cuanto más informados estén los usuarios —adultos y adolescentes— sobre los riesgos y las buenas prácticas en línea, más difícil será que caigan en trampas virtuales.
En un mundo donde estar conectados es casi inevitable, protegerse en la Red no es una opción: es una necesidad. Y como toda necesidad urgente, requiere información, herramientas confiables y una cuota importante de sentido común.