El denunciante reside en Ushuaia

Presunta víctima de abuso pide la renuncia de Monseñor D'Annibale

Tras las declaraciones de "perdón" del Papa Francisco en Chile, publicó una carta abierta, donde asegura que el obispo "miente" y la diócesis no brinda acompañamiento a las víctimas de abuso sexual por parte de los cleros, pese a que el sacerdote lo afirma en los medios.
miércoles, 17 de enero de 2018 · 10:35

Una supuesta víctima de abuso sexual publicó una polémica carta abierta en un conocido portal religioso de Tierra del Fuego, donde solicita la renuncia del obispo Monseñor Miguel Ángel D'Annibale, en virtud de que éste "no es apto para llevar adelante una diócesis", y asegurar que "no brinda asistencia ni acompañamiento" a los damnificados por vejaciones de los Ministros de la Iglesia, pese a que éste "afirma lo contrario" por los medios de comunicación.

 

En la carta, que fue divulgada por el sitio Austrinidad, su autor pone de manifiesto que se vio impulsado por las palabras de perdón enunciadas -horas atrás- por el Papa Francisco en Chile, y sostiene que va a continuar con su lucha "por una iglesia limpia, sin sacerdotes que se camuflan para realizar sus aberraciones; ni obispos que protejan y encubran a sacerdotes, que realizan sus depravaciones".

 

En ese sentido, en noviembre de 2016, el joven en cuestión -quien reside en Ushuaia- había radicado una denuncia por abuso sexual contra un sacerdote de Río Gallegos, que luego fue desestimada por la Justicia, al entender que tal acto "no se había comprobado". Tras las recientes declaraciones del Sumo Pontífice en su visita al vecino país, decidió hacer público su caso y fue aún más allá, apuntando directamente contra el responsable de la diócesis que comprende a Santa Cruz y Tierra del Fuego.

 

"Como feligrés y víctima de abuso, pido abiertamente la renuncia como obispo y responsable de la Diócesis de Río Gallegos al señor Miguel Angel D´Annibale; ya que por lo acontecido, creo y veo que no es apto para llevar adelante una diócesis. Y lo más importante, tampoco para acompañar a las víctimas, ya que por medios radiales mintió, al decir que a éstas les brinda acompañamiento, algo que no es verdad", apuntó.

 

"Me he sentido abandonado, sólo, desolado, triste, con un dolor profundo. He tenido que buscar solo la ayuda profesional y espiritual, ya que desde el principio que he comenzado este calvario, desde la radicación de mi denuncia, nunca he recibido ayuda por parte de mi diócesis de Río Gallegos, que comprende a la provincia de Santa Cruz y Tierra del Fuego", continúa la carta.

 

Según amplió Austrinidad, el joven tenía 23 años cuando declaró en la sede de la Comisaría de Minoridad y Familia, en Ushuaia. Allí, éste relató que, cuando era menor de edad, un sacerdote intentó abusar sexualmente de él en la ciudad de Resistencia, capital de Chaco, con el agravante de que el clérigo habría intentado penetrarlo en la zona anal.

 

"Mi deseo es tener una iglesia limpia, sana y fuera de lobos vestidos de cordero", enfatizó el joven practicante.

 

-El texto completo, divulgado por el sitio austrinidad.com.ar-

 

Ushuaia; Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur; Argentina

Martes 16 de enero de 2018

CARTA ABIERTA:

 

"Por la visita de nuestro querido Papa Francisco al hermano país de Chile; y luego de haber escuchado durante todo el día en los medios de comunicación la polémica sobre los casos de abusos sexuales que hubo por parte del clérigo chileno con menores; me he sentido fuerte en escribir por primera vez ésta carta abierta, tratando de poner en palabras, mi gran dolor y sufrimiento que continuo viviendo en mi vida, y a su vez, mi lucha de ser parte por una iglesia limpia, sin sacerdotes que se camuflan para realizar sus aberraciones; ni obispos que protejan y encubran a sacerdotes que realizan sus depravaciones".

"Escribo estas líneas, como punto de inflexión en mi proceso personal de sanación, tratando de vivir con valentía y fuerza. Después de un profundo discernimiento y de escuchar a mi corazón, entendido como aquel lugar en que habita Dios, doy este paso. Y espero que sirva no sólo a mi propio camino, sino al de todos quienes han sufrido y siguen sufriendo. Hay días en que todo se vuelve oscuro y la esperanza se hace escurridiza, en que los recuerdos producen un sufrimiento desgarrador y que parece no acabar. Hay días en que es difícil encontrar la fuerza para seguir viviendo. La reparación de la propia historia e imagen es una ardua tarea que lo vengo realizando con mucho esfuerzo. Tomar conciencia de lo que padecí es algo que aún me sigue destrozando por dentro, pero a su vez, va disipándose con la ayuda de Dios. No quiero que mi abusador siga presente en todo lo que hago y soy. No quiero que siga ganando".

"Es por eso que: Agradezco que el Pastor Papa Francisco, expresé y hable uno de los temas que más preocupa a nosotros, los feligreses, sobre los abusos. Entiendo que es difícil, para nosotros, las víctimas, aceptar un tan solo “PERDÓN”, cuando en hechos y acciones, uno ve todo lo contrario. Por eso, en éste sentido, después de haber escuchado atentamente las palabras del Santo Padre; tengo que decir que mi iglesia, ¡perdón! Mejor dicho, la autoridad de mi iglesia de la diócesis de Ríos Gallegos, teniendo como responsable actual al Obispo Miguel Angel D´Annibale; me he sentido abandonado, sólo, desolado, triste, y con un dolor profundo, que ha permitido que a veces entre odio en mi corazón. Donde he tenido que buscar solo, la ayuda profesional y espiritual, ya que desde el principio que he comenzado éste calvario desde la radicación de mi denuncia, nunca he recibido ayuda por parte de mi diócesis de Ríos Gallegos, que comprende la provincia de Santa Cruz y Tierra del Fuego".

"Como feligrés y víctima de abuso, pido abiertamente la renuncia como obispo y responsable de la Diócesis de Ríos Gallegos, al señor Miguel Angel D´annibale; ya que por lo acontecido, creo y veo que no es apto para llevar adelante una diócesis, y lo más importante, acompañar a las víctimas, ya que por medios radiales salió a mentir que a las victimas les brinda acompañamiento, algo que no es verdad. Y eso duele aún más, que después de todo los sucedido, sigan dañando psicológicamente y moralmente a una persona que por años lleva una cruz pesada".

"Mi deseo es tener una iglesia limpia, sana y fuera de lobos vestidos de cordero. Por último, animo a todos aquellos hermanos y hermanas que han padecido algún tipo de abuso, a no tener miedo de hablar, porque una vez que la luz comienza a entrar en esa parte oscura que tenemos en nuestro corazón, nuestra vida comenzará a cambiar. Me despido pidiendo a todos, a rezar por todas las víctimas, pero en especial, por nuestros sacerdotes, para que sean fuerte y fiel al llamado que nuestro Señor Jesucristo nos hace a cada uno de nosotros".

 

 

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