El sector textil en la isla acumula más de un centenar de empleos perdidos
Baja del consumo, la falta de dólares para comprar insumos, la apertura de las importaciones que generaron el ingreso de productos a menor precio y el mercado interno despreciado que ocasionó la caída de compras a nivel general: circunstancias que esgrimen representantes gremiales como los disparadores.
El secretario general del Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines (SETIA), Rodrigo Cárcamo precisó que cerca de 200 personas perdieron sus puestos de trabajo en lo que va del 2024, producto de la crisis y de la falta de políticas por parte del Gobierno Nacional que protejan a la industria argentina.
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“En la provincia -desde diciembre a la fecha- alrededor de 200 personas y familias han perdido su fuente de trabajo de manera directa, en el conjunto de todo el sector textil e indumentaria. Y aproximadamente estábamos en 1100 o 1200 trabajadores. Veníamos anticipando desde comienzos de año que esta situación con respecto a la caída tan profunda del consumo obviamente iba a repercutir en los puestos laborales”, afirmó en diálogo con FM Master’s.
El dirigente sindical atribuyó estas alarmantes cifras a los siguientes factores: la baja del consumo, la falta de dólares para comprar insumos, la apertura de las importaciones que generaron el ingreso de productos a menor precio y el mercado interno despreciado que ocasionó la caída de compras a nivel general.
“Es una consecuencia de la caída abrupta del consumo, dentro del combo de situaciones que hay con respecto a diferentes cuestiones de tipo políticas/económicas sobre lo que venimos transitando desde enero. Pero esencialmente se debe a la pérdida del salario en el poder adquisitivo que repercute directamente. Y se suma la apertura de las importaciones, porque encima ahora se puede importar y etiquetar posteriormente, por lo que no sabemos qué es lo que se va a importar. Antes se importaba, pero uno tenía que etiquetar en la Aduana y ahora no se realiza ese procedimiento. Sabemos que es muy peligroso esa forma de trabajar porque no se sabe lo que ingresa”, remarcó.
Finalmente, explicó que la gente necesita priorizar sus ingresos en comida y otras cuestiones esenciales por lo que la ropa y el calzado quedan en un segundo o tercer plano, y ejemplificó que en Buenos Aires se ven muchísimas prendas terminadas importadas a la venta, no solamente en los locales, sino también en la calle por parte de los manteros.
“Prácticamente todo lo que estaban vendiendo era importado. Todos estos factores se resienten y lamentablemente repercuten directamente en nuestro sector. No hay políticas a nivel nacional de contención de ningún tipo, para proteger a la industria nacional en su conjunto”, puntualizó.