GIORGINA ORELLANO (AMMAR)
“Las trabajadoras sexuales somos parte de la sociedad”
La Coordinadora Nacional de la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (AMMAR), Giorgina Orellano, está en la provincia realizando una serie de actividades. En ese marco expresó sus críticas a la Ley que prohíbe el funcionamiento de whiskerías y cabarets. Defendió el derecho a ser reconocidas como “trabajadoras sexuales” y reclamó leyes que defiendan sus derechos y sus condiciones laborales."Ya hace dos años que vienen avanzando las políticas antitrata y con el objetivo de combatir la trata de personas se cierran locales como cabarets y whiskerías. Nosotras, como política, estamos totalmente en contra de los cierres. Porque en provincias donde hace ya tiempo atrás se han implementado estas leyes provinciales, no han tenido como resultado eliminar la trata de personas sino llevar a la mayor clandestinidad el comercio sexual y a las trabajadoras sexuales a una mayor vulnerabilidad de derechos”, señaló Giorgina Orellano.
En ese mismo sentido dijo que "Se precariza el trabajo, se trabaja en peores condiciones laborales y de salud. Proliferan los departamentos privados, donde un tercero cumple la función del proxeneta, que se queda con la mitad de las ganancias de las compañeras”.
Después expresó: "Para todo trabajador y trabajadora que pertenece a la clase obrera, hay cuestiones económicas que los llevan a decidir en qué mercado insertarse. Creo que las empleadas domésticas tampoco quisieran ser empleadas domésticas, si el estado está presente generándoles mejores oportunidades laborales y si ellas pudieran elegir, quizás no serían empleadas domésticas”.
Orellano señaló que "Lo mismo pasa con el albañil y lo mismo pasa también con la trabajadora sexual, creo que no se tiene que evaluar que pasaría si alguien tuviera otro trabajo o mejores oportunidades laborales, si elegiríamos ser otras. Nosotras vivimos, todos los argentinos, lamentablemente bajo un sistema capitalista en donde está la explotación laboral”, remarcó.
"A nosotros se nos juzga mucho porque explotamos nuestros genitales, pasa fundamentalmente por cuestiones morales y mucha hipocresía. Es un tema tabú, porque nosotros le ponemos un precio a nuestra sexualidad, y hay una parte de la sociedad que eso no lo permite, que lo ve como malo, prohibido, si profundizáramos más el debate pasa por ahí”, advirtió la dirigente gremial.
"Yo creo que en Tierra del Fuego hace muchísimo que están los cabarets, no es que vinieron hace dos o tres años y se instalaron. Están los cabarets, están habilitados, el municipio es el ente controlador, ingresan y controlan si están las libretas sanitarias al día, si tienen los controles médicos. Si el lugar está en condiciones, si tienen los matafuegos, las salidas de emergencia. No es que estén escondidos bajo la alfombra”, expresó la representante de AMMAR.
Mencionando que "Ahora se pone éste tema en agenda por la trata de personas, algo con lo cual estamos total ente en contra. Pero también estamos en contra de que se diga que la trata de personas se puede encontrar únicamente en el ámbito del comercio sexual. Porque así nos estamos olvidando que también hay trata de personas en los talleres clandestinos, en los campos, y no hay leyes provinciales que prohíban esas grandes marcas de ropa que se elaboran en talleres donde familias enteras son explotadas o los campos donde también hombres y niños que están en condiciones insalubres”.
"Lamentablemente, en vez de combatir la trata de personas creo que están haciendo una especie de cacería de brujas, combatiendo el comercio sexual. Sin separar los que es trata de personas, proxenetismo y trabajo sexual autónomo. Creo que no hay una voluntad política de trabajar en pos de los derechos laborales para las trabajadoras sexuales, que lamentablemente quedamos fuera de cualquier política pública”, se quejó la Coordinadora Nacional de la asociación de meretrices.
Recordando que "Nosotras no tenemos obra social, no tenemos jubilación, no hacemos nuestros aportes y quedamos fuera por ejemplo de las políticas públicas de créditos para la vivienda. Como nadie puede constatar los ingresos que generamos, hay muchas compañeras que tienen problemas por ejemplo con el tema del alquiler, porque no tenemos una garantía o recibo de sueldo. Entonces creo que los legisladores han sido votados para legislar para todas y para todos, y las trabajadoras sexuales somos parte de la sociedad”.
Para concluir expresó: "Debería comenzar a trabajarse en pos de nuestros derechos y no pensar como salvadores que nos van a dar una mejor inserción laboral. Somos mujeres mayores de edad que por decisión propia ejercemos el trabajo sexual, y los reivindicamos como un trabajo. Lo que estamos exigiendo es el reconocimiento a través de un acto legislativo, donde se pueda diferenciar lo que es un ilícito de lo que son derechos laborales como los tiene cualquier trabajador”.