POR UN CASO DE SALMONELOSIS

Advierten sobre el riesgo que genera la venta de alimentos por las redes sociales

Desde la Dirección de Bromatología del municipio de Río Grande se denunció que "hay gente que en lugares no habilitados están produciendo alimentos y los están vendiendo a través de medios informales y sin ningún tipo de control, como las redes sociales de Internet", por lo que se recomendó a la ciudadanía "abstenerse de adquirir alimentos de lugares donde no tiene ninguna garantía de que se sigan con las pautas bromatológicas e higiénicas".
lunes, 5 de octubre de 2015 · 05:06

A raíz de una persona que contrajo salmonelosis al ingerir alimentos adquiridos en las redes sociales, el municipio de Río Grande recomendó a la población "verificar y constatar" que la comida que adquiera sea elaborada en locales habilitados y que cuenten con todos los certificados de salubridad y condiciones higiénicas exigidas por las ordenanzas locales y el Código Alimentario Argentino.

 

El director de Bromatología e Higiene, Víctor Canalis, comentó al respecto que "este es un hecho más de los que nos viene sucediendo a nivel comunidad en que la venta de alimentos, especialmente comida elaborada en lugares que no estaban habilitados para tal fin, sigue sucediendo", lamentó.

 

En ese sentido contrastó que "la contraparte de esto es que después tiene su correlato en un hecho clínico de personas que se enferman, que se intoxican" y confirmó que "en los últimos días hubo una salmonelosis y en este momento la persona está padeciendo esta enfermedad".

 

El funcionario comunal señaló que a raíz de este hecho "se pudo constatar el origen de esta comida que fue adquirida por esta persona a través de las redes sociales y elaborada en un lugar que no está habilitado para tal fin".

 

El ingeniero Canalis recomendó a la población que "no adquieran alimentos cuya elaboración es dudosa", toda vez que hacerlo "puede acarrear inconvenientes para la salud, incluso con patologías graves como una salmonelosis".

 

"El vecino que tiene que adquirir comida debe cerciorarse de que es elaborada en las condiciones higiénicas óptimas, que la produce o manipula alimentos, debe contar con la libreta sanitaria correspondiente que garantice la inocuidad de los alimentos".

 

Observó que "acá hay una cuestión fundamental", consistente en que "hay locales gastronómicos perfectamente habilitados, cuyos empleados y responsables de manipular los alimentos tienen su acreditación correspondiente y que son periódicamente verificados y controlados".

 

"Pero también hay gente que en lugares no habilitados están produciendo alimentos y los están vendiendo a través de medios informales y sin ningún tipo de control, como las redes sociales de Internet donde no hay ningún tipo de garantía para la salubridad pública ni control, porque la mayoría de los casos no tienen ni una dirección determinada o es un domicilio particular", observó.

 

Por ese motivo, dijo, "apelamos a toda la ciudadanía de abstenerse de adquirir alimentos de lugares donde no tiene ninguna garantía de que se sigan con las pautas bromatológicas e higiénicas donde de hecho las personas se enferman y pueden sufrir consecuencias muchos más graves todavía, como una intoxicación".

 

Recordó que un local que venda alimentos, sea directamente o por Internet, "debe estar, primero, habilitado; luego tener una cartelería debidamente identificada, tanto del rubro como de su nombre de fantasía; estar aprobado por las normativas municipales, tener inspección y aprobación para venta de comida" y que "toda persona que ingrese a comprar a estos locales, tiene el derecho de exigir los certificados de habilitación y de salubridad, lo mismo que de control de plagas, de libreta sanitaria y cuando el comerciante no puede mostrar todos estos requisitos, sin dudas estamos ante una situación irregular y en ese sentido el municipio siempre va a estar atento ante cualquier denuncia de ese tipo que se pueda verificar".

 

El Director de Bromatología e Higiene reparó que el municipio "no puede ingresar a un domicilio particular, pero justamente por ese motivo es más que vital el rol que cada ciudadano cumple como fiscalizador; como inspector de la propia comida que lleva a casa para su familia".

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