RÍO GRANDE

Cumple veinte años un vivero construido con botellas descartables

En algunos meses se cumplen 20 años de la construcción del primer vivero hecho con botellas descartables. La creación es de un vecino de Río Grande, quien orgulloso cuenta la repercusión que tuvo en distintos países con su emprendimiento. “Dicen que nunca vieron una cosa así y se sorprenden de que haya durado tanto tiempo”, relata el “Pampa” Pueblas. Ratificando su disposición para “abrir las puertas del vivero”, a cuanta institución educativa o social se acerque.
martes, 17 de febrero de 2015 · 00:44
"El vivero va a cumplir 20 años el 26 de noviembre y la verdad es que sí, tiene mucha historia”, responde Roberto Miguel Pueblas, empleado de Vialidad Provincial y conocido por muchos como el "Pampa”, cuando se lo consulta sobre el aniversario que se viene. Hizo su vivero, con paredes íntegramente construidas con botellas de gaseosa descartables, al costado de su vivienda sobre la calle Kekombosch en la Margen Sur, y desde entonces viene produciendo verduras, hortalizas, plantas y frutas; que generosamente distribuye "entre vecinos, conocidos y amigos”.

No le dio a su vivero un fin comercial, pero sí educativo. Tal es así que alguna vez se impulsó declararlo de interés educativo nacional, trámite nunca concluido, y la existencia del vivero despertó interés en personas de Colombia, Chile, Alemania, Australia y otras latitudes, como así también en educadores que compartieron la experiencia con sus alumnos de distintas instituciones escolares de la ciudad. 

"Es gente que se ha enterado y ha llegado hasta acá, con el correr de los años ha venido bastante gente incluso muchos turistas que se quedan asombrados cuando lo ven”, relata el "Pampa”, asegurando que "dicen que nunca vieron una cosa así y se sorprenden de que haya durado tanto tiempo”.

El vivero tiene las columnas con las botellas originales y hoy se encuentra con el techo en reparación. Los fuertes vientos suelen dañar el nailon y el sueño que tiene es poder colocar alguna vez chapa traslúcida, para evitar tener que repararlo permanentemente.

"Las botellas son las originales, son 10.000 que están desde el primer momento y se mantienen hasta ahora”, relata, asegurando que "están intactas”. 

En la Escuela 35 replicaron un vivero similar, de menores dimensiones, copiando la idea del "Pampa” Pueblas. "Los chicos vienen trabajando ahí con una huerta orgánica”, dice al comentar la experiencia escolar.

Sobre la producción que logra en su vivero, donde se pueden ver lechugas, espinacas, cebollines, frutillas, arvejas, lupinos y diferentes variedades de verduras, frutas, hortalizas y plantas –según la época del año- aclara que se distribuye "entre el consumo de la casa y gente conocida, porque se planta de todo un poquito”.  

"Para mí es un orgullo”, dice en referencia a los 20 años que está por cumplir el vivero y la amplia repercusión lograda. Señalando que "siempre están las puertas abiertas”, para las instituciones educativas o sociales que quieran compartir la experiencia.

Además dice que también le gustaría que la gente copie su actitud y produzca, en la medida que pueda y con los medios disponibles, verduras para su consumo. "Siempre digo que habiendo voluntad, aunque sea en un metro cuadrado, se puede tener una plantita de lechuga o acelga y tener un consumo de productos orgánicos, sin químicos”, remarca, asegurando que en su caso utiliza "todo natural, porque no hay nada mejor que comer sano”.

Le agradece "a la gente del INTA que siempre está dando una mano, a la gente de la Municipalidad, a la señora Andrea Pandolfi, a (Agustín) Tita. El agradecimiento porque siempre están cuando uno los necesita, cuando hay una duda siempre están, así que solo me queda agradecerles”.   

Finalmente, anticipa que al cumplir los 20 años realizará algún tipo de conmemoración "con la Municipalidad, el INTA y con quienes me vienen acompañando, haremos el mejor festejo posible”, adelantó al despedirse el "Pampa” Pueblas.


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