INGENIO FUEGUINO

Diseñaron un invernáculo resistente a las inclemencias australes patagónicas

Los promotores de la iniciativa señalaron que “la producción bajo cubierta aumenta el tiempo productivo”, al punto tal que “triplica la cantidad de hortalizas obtenidas, mejora su calidad y amplía las posibilidades de producción”. Lechuga, verduras de hoja, papa, rabanito, nabo y hasta tomate, son algunos de los cultivos que pueden identificarse con mayor frecuencia en los invernáculos sureños.
sábado, 6 de junio de 2015 · 19:44

 

Técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria del INTA Río Grande -junto con el programa Prohuerta y otras organizaciones fueguinas- diseñaron un invernáculo resistente a las inclemencias climáticas de la región y ya lo fabrican en serie.

 

Los promotores de la iniciativa señalaron que "la producción bajo cubierta aumenta el tiempo productivo”, al punto tal que "triplica la cantidad de hortalizas obtenidas, mejora su calidad y amplía las posibilidades de producción”.

 

"Debido a este potencial y a la demanda de los agricultores por invernáculos que toleren las adversidades del clima austral, se diseñó una estructura apropiada a las inclemencias de la zona y comenzó a fabricarla en serie”, se indicó desde "INTA Informa”.

 

"Los invernáculos se entregan con una garantía de 15 años, lo que hace que el producto sea de gran interés para los productores, ya que muchas veces la rotura de estos insumos causa el abandono de la actividad hortícola", afirmó Paulo Gea, coordinador provincial del Prohuerta en Tierra del Fuego.

 

La tecnología incluso atrajo a algunos productores de Chile interesados en adquirirla.

 

El clima fueguino combina bajas temperaturas, fuertes vientos concentrados en la época estival, momento de mayor vigor productivo, escasa radiación solar y un marcado período de luz.

 

En este contexto, Gea destacó la producción bajo cubierta como una estrategia fundamental para las 50 familias de Río Grande que deben mantener un cultivo regular y rentable gran parte del año.

 

Lechuga, verduras de hoja, papa, rabanito, nabo y hasta tomate, una especie propia de áreas más templadas por su demanda de luz solar, son algunos de los cultivos que pueden identificarse con mayor frecuencia en los invernáculos sureños.

 

Asimismo, las condiciones no impiden la producción de algunas frutas como las frutillas; sin embargo, la huerta familiar data de antaño en el territorio más austral del mundo, debido a su importancia como fuente de alimentos para la población.

 "Antiguamente los barcos que traían mercadería a la Isla venían sólo dos veces al año y, por este motivo, producir era una necesidad de sobrevivencia", relató Gea, quien además recordó.

 

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