JOVEN POLICÍA SE QUITÓ LA VIDA PERO SU CORAZÓN LATE EN UN HOMBRE DE 64 AÑOS

Después de tres años de muerto sigue dando vida

Un emotivo encuentro entre el padre que donó el corazón de su hijo y el receptor tuvo lugar en Río Grande. Si bien el INCUCAI recomienda no realizar estos encuentros, ambos se buscaron y se encontraron.
lunes, 13 de julio de 2015 · 09:25

En la Capilla ‘Sagrada Familia’ del barrio INTEVU ambos hombres compartieron la Santa Misa justo a tres años que el hijo de uno de ellos decidiera tomar la drástica decisión de quitarse la vida con tan solo 20 años.

 

El encuentro entre Hugo Henke, padre del policía Félix Andrés Henke promotor de esta historia, y de Miguel Alonso, relojero de Río Colorado, en la provincia de Río Negro, tardó esos tres años en concretarse.

 

Finalmente, gracias al sobrino de Alonso, que es gerente en un reconocido negocio del cual Hugo Henke es cliente, éste pudo saber quién donó el preciado corazón del joven policía.

 

Atestiguaron con su presencia este encuentro la Secretaria de Asuntos Sociales del Municipio de Río Grande, profesora Gabriela Castilo y el padre Juan Carlos Bouzou, cura párroco de esta congregación católica.

 

 

"Del dolor profundo nació un acto de amor y vemos que el corazón de mi hijo sigue latiendo en el corazón de Miguel Alonso que hoy está al lado mío. Son cuatro las personas trasplantadas y en este caso se me dio la oportunidad de encontrar al primero, quien lleva el corazón de Félix”, comentó Hugo Henke.

 

El padre del fallecido policía confió que "mi deseo fue saber siempre quien llevaba el corazón de mi hijo y espero, si Dios quiere, encontrar a las otras personas”.

 

En este sentido, Henke abogó para que la sociedad tome conciencia de la importancia de donar órganos. "La verdad es que es muy difícil cuando uno pierde un familiar, más tratándose de un hijo, llegar a tomar la decisión tan fuerte en ese momento que se te va un hijo y tu vida se te va con él, de donar los órganos”.

 

Henke aseguró que "ahora me encuentro mucho más conforme porque ya se que el corazón de mi hijo está en una buena persona y le dio vida; físicamente ya no tengo a mi hijo, pero lo tengo a él”, dijo en referencia al receptor.

 

"Yo volví a nacer”

 

Por su parte Miguel Alonso, de 64 años, comentó que "fui transplantado el día 16 de julio de 2012 y estaba en lista de espera desde el día 10 de ese mes y de ese año”.

 

"Vine a conocer a Hugo porque yo quería saber quién era el padre de esta persona; había una cuestión del apellido que no coincidía, pero el mundo es chico y la verdad que yo justo tengo un sobrino acá trabajando en una firma –es gerente- y resulta que Hugo, el papá de Félix, es cliente justamente de esa empresa”, dijo celebrando la feliz coincidencia.

 

Agregó que "charlando un día, Hugo le comentó lo que le había pasado y entonces mi sobrino le dice: ‘yo tengo un tío transplantado en Río Colorado’. Y más o menos por la fecha coincidía y era Felix Henke”.

 

Es desde ahí que Hugo Henke se comunicó con Miguel Alonso "y empezamos las charlas telefónicamente y yo quedé que iba a venir para esta fecha a conocernos y me encontré con una gran persona y sobre todo encontré a una gran familia”.

 

"Esto es muy importante para que la gente tome conciencia lo que es una donación de órganos dentro de una desgracia porque lo que le ocurrió a él, es una desgracia, pero a la vez dio otra vida. Es bueno que la gente tome conciencia sobre lo importantísimo que es donar órganos”, entendió Alonso.

 

El receptor del corazón dijo: "Yo volví a nacer; yo tenía muerte súbita y no tenía otra salida que el transplante. Tuve la suerte de entrar en la lista de espera del INCUCAI el día 10 de julio de 2012 y el día 16 ya estaba transplantado, por eso reitero lo importante que es la donación de órganos que no es fácil para un papá; me pongo en el lugar de Hugo en una situación de conmoción y la verdad es que es brava la decisión para donar los órganos de un hijo muerto. Hay que tener mucho coraje, mucha valentía y Hugo la tuvo”, elogió.

 

Consultado si su organismo produjo algún rechazo hacia el órgano transplantado, Miguel Alonso aseguró que "yo no tuve ningún rechazo; se ve que ese corazón era muy fuerte porque salió, como quien dice, marchando enseguida. Se ve que era para mí ese corazón. Lo que estoy viviendo es algo increíble. Todo esto, compartir la Misa hoy, me superó. Para mi todo es algo nuevo ahora”.

 

Como recuerdo, Miguel Alonso se lleva la campera policial del fallecido joven policía. "Cuando supe que Miguel era quien tenía el corazón de mi hijo, decidimos donar esa campera que mi hijo usó un día antes, cuando había llegado de su guardia. La encontré dentro de su auto, donde la había dejado. Ahí me dije: esta campera es para la persona que lleva el corazón de Félix y por eso la guardé todo ese tiempo hasta que conocí a Miguel y tuve la oportunidad de entregársela, junto con otros presentes que le di, para que mantenga siempre en el recuerdo a mi hijo”, concluyó por su parte, Hugo Henke.

 

"La donación de órganos es una gran puerta a la vida”

 

En tanto la profesora Gabriela Castillo, observó que "cuando muchas veces hablamos de la donación de órganos, mucha gente se plantea esta duda de no saber el día de mañana a dónde van esos órganos”.

 

Agregó que "realmente hoy contar con esta posibilidad de tener un ejemplo de vida donde hay un corazón generoso, una familia generosa, que decide la donación de órganos en función de dar vida a otros con una situación difícil ante la muerte que es inevitable, ver en este encuentro de las familias, ese receptor agradecido, a quien tuvo la oportunidad de tener vida, de volver a sus actividades; de tener esa vida normal que tenía con anterioridad, es el claro testimonio de que en verdad esta es la puerta de que verdaderamente la donación de órganos es la gran puerta, aún en el momento del dolor para poder dar vida a otros”.

 

En este sentido, la integrante de Gabinete municipal dijo que "poder compartir esto con la comunidad, es una nueva invitación que no solamente tiene que ver con la formalidad de la invitación, sino poner en el corazón de las decisiones la posibilidad de dar vida a otros en el momento último; en ese postrer momento en donde un ser querido no tiene la posibilidad de continuar con su vida y poder –a partir de la donación de órganos- dar vida a otros”.

 

La secretaria Gabriela Castillo justamente fue profesora de Félix Henke en el secundario. "Fue un servidor público que daba todo por los demás y sin pensarlo -y por decisión de su familia- por reflejo de ese mandato que tenían hoy Félix seguirá su camino de vivir por los demás, desde otro lugar, en Río Colorado”.

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