Trabajaron por la Escuela Rural Nº 11

Este sábado, la Fundación Huerta Niño arribó a Tierra del Fuego para acompañar la construcción y mejora de dos proyectos de huerta en las ciudades de Ushuaia y Río Grande. Al respecto, la responsable del Voluntariado Corporativo de la Fundación Huerta Niño, Diana Gervasio, explicó: "el sábado realizamos una jornada solidaria que superó toda expectativa con la ampliación del invernáculo y la construcción de un cerco perimetral en la huerta para la siembra directa a cielo abierto de frutales”. "Con el apoyo del ProHuerta, a través de su técnica Susana Aressi que nos contactó, y voluntarios del ámbito público y privado, pudimos llevar a cabo un trabajo que no sólo beneficiará a los alumnos desde lo pedagógico y curricular sino que les va a cambiar el panorama a la hora de la alimentación, ya que buscamos que la huerta sea una fuente de recursos para que los más chicos se alimenten mejor”.

Por su parte, la profesora a cargo del proyecto específico de huerta en la Escuela Rural Nº 11, Marcela Costilla, expresó que "en esta jornada, además de cumplir con los objetivos previstos, se generó un trabajo en equipo que fue maravilloso”. "Sectores que nunca se juntan, como lo son una fábrica de la ciudad y nosotros, la Escuelita Rural, nos unimos para cumplir con este fin que es poder mejorar la parte alimentaria de la comunidad escolar”.

A la Escuela Rural Nº 11 asisten actualmente 8 alumnos (entre el nivel inicial, primaria y secundaria) que comparten el espacio de huerta. "Los docentes rurales además de dar clases –explicó Costilla- nos repartimos las tareas diarias de limpieza, mantenimiento y cocina, ya que la institución se encuentra a 60 km de la ciudad de Río Grande; por eso fue muy lindo recibir a tantos voluntarios que colaboraron en esta actividad”.

Con respecto a la Fundación huerta Niño, se trata de una ONG con sede en Buenos Aires, que trabaja desde el año 1999 para aliviar la desnutrición y malnutrición infantil a través de la construcción de huertas orgánicas comunitarias en escuelas rurales de zonas aisladas de bajos recursos de nuestro país. "Actualmente –detalló Gervasio- tenemos presencia en todo el territorio nacional con más de 300 proyectos, llegando así a un total de 25.000 niños beneficiados junto a sus familias de las diferentes comunidades”. La idea del voluntariado corporativo es la de "relevar nuevos proyectos, conocer la evolución de los proyectos que ya están instalados y, de esa manera, reunir y convocar a empresas locales para que apoyen los proyectos que ya vienen desarrollándose”, agregó.

Hay distintas formas de colaborar con la obra de Huerta Niño, la más común es siendo socio donante con una contribución mensual mínima de $50/$100 con tarjeta de crédito/débito. Estas donaciones les permiten crecer como organización y sostener su misión, así como también proyectarse a futuro. Se puede colaborar también desde trabajos en las oficinas, especialidades de cada uno o tareas puntuales de huertas en hogares donde trabaja Huerta Niño dentro de Buenos Aires llamando al (11) 4328-0147, mandando un mail a [email protected] o visitando el sitio web www.mihuerta.org.ar

Cabe destacar que durante esta semana, además, se realizó una actividad de voluntariado similar en la Provincia de Salta con la construcción de un invernadero que unió de manera simbólica los extremos del país. Así, Huerta Niño se encarga de capacitar a las comunidades, junto a los técnicos del Pro Huerta, en la construcción de huertas orgánicas de manera comunitaria en el terreno de las escuelas. El objetivo final es el de reforzar el comedor escolar de los niños, así como también enseñarles a producir su propio alimento.